Han vivido una odisea. Disparos de mortero, un tiroteo, la sensación de estar bajo el fuego enemigo, aunque nadie sepa realmente quién es. Eso es lo que han sentido los enviados especiales de la ONU que tienen en sus manos saber si en Siria fueron utilizadas armas químicas para matar a civiles, niños incluidos. Los inspectores pasaron una mañana de infarto pero lograron extraer sangre de las víctimas, porque las armas químicas pueden ser detectadas en la sangre después de varias semanas, algo diferente a lo que ocurre con la orina cuyo rastro desaparece en solo unos días. Por eso esas muestras de sangre son vitales. Por eso pueden conducir al mundo a una guerra… o no.
Así que ser blanco de disparos, en un contexto de consultas internacionales sobre una posible intervención militar en contra del régimen, es lo de menos ahora, aunque indica claramente que hay gente interesada en que la tensión crezca por momentos.
El presidente sirio, Bashar al Asad, atacó con vigor las acusaciones de la oposición y de algunas capitales occidentales sobre un presunto uso de gas tóxico el pasado 21 de agosto y advirtió en contra de toda intervención extranjera, la cual estimó estaba condenada al fracaso.
Los investigadores, que sufrieron un ataque de francotiradores, lograron finalmente desplazarse hasta Moadamiyat al Sham, una localidad al suroeste de Damasco tomada por los rebeldes y que el miércoles fue blanco, según la oposición, de un ataque con armas químicas por parte del régimen.
A pesar de estas «circunstancias muy difíciles», pudieron «visitar dos hospitales y hablar con testigos, supervivientes, y médicos, y pudieron también recoger muestras», declaró el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon. Habrá que «esperar un poco para tener la primera opinión del Dr. (Aake) Sellström», jefe del equipo, sobre estos elementos, precisó. En videos publicados en internet, se puede ver a los inspectores en un hospital, hablando con médicos y civiles.
Regresaron a su hotel de Damasco a finales de la tarde.
Poco tiempo antes, habían tenido que dar media vuelta, después de que el primer vehículo del equipo fuera «atacado deliberadamente varias veces por francotiradores no identificados», según indicó Martin Nesirku, portavoz de la ONU, en un comunicado, en el que no se mencionaron heridos. El régimen y los rebeldes se acusaron mutuamente de estos disparos y Ban emitió una «firme protesta» ante ambos bandos.
El presidente Asad respondió a las acusaciones de recurrir a las armas químicas, al estimar que acusar al régimen antes de la investigación era «un insulto al sentido común» y advirtió que una intervención militar de Estados Unidos acabaría en «fracaso».
«Las amenazas occidentales de actuar contra Siria entran en el marco de presiones psicológicas y políticas (…) pero estamos dispuestos a enfrentar todas los guiones posibles», afirmó por otra parte a la AFP un alto responsable en el seno de los servicios de seguridad sirios.
Estas declaraciones intervienen en plenas consultas sobre una posible acción militar extranjera.
El jefe de la diplomacia británica, William Hague, estimó «posible» responder al uso de armas químicas sin el aval del Consejo de Seguridad, a la vez que se negó a «dar detalles de las opciones militares» contempladas por los occidentales.
El secretario estadounidense de Defensa, Chuck Hagel, declaró que las fuerzas de su país están listas a actuar contra el régimen sirio en caso de que sea necesario.
«Hay fuertes indicios que apuntan al uso de armas químicas» por parte el régimen sirio, declaró un responsable estadounidense a los periodistas que viajaban con Hagel.
Se espera una acción militar en los próximos días
Sin embargo, la Casa Blanca desmintió informaciones del diario británico Telegraph que afirmó que Washington y Londres se disponían a lanzar una acción militar común «en los próximos días».
Para el jefe de la diplomacia francesa, Laurent Fabius, los países occidentales decidirán una respuesta «en los próximos días», mientras que Turquía, aliado de los rebeldes, se dijo dispuesto a integrar una coalición internacional contra Siria, incluso sin consenso dentro de la ONU.
Según expertos consultados, los países occidentales podrían llevar a cabo ataques selectivos contra intereses estratégicos, sin comprometerse en una intervención de larga duración. Pero Rusia, potente y fiel aliado del régimen, advirtió en contra de una intervención sin aval del Consejo de Seguridad de la ONU, que estimó «peligrosa».
El presidente ruso, Vladimir Putin, se entrevistó el lunes por teléfono sobre este tema con su homólogo británico, David Cameron, quien acortó sus vacaciones.
Irán, otro aliado del régimen sirio, amenazó una vez más a Estados Unidos de «duras consecuencias» en caso de intervención en Siria.
China por su parte apeló a la «prudencia, para evitar toda injerencia».
Alemania indicó que aprobaría una eventual «acción» de la comunidad internacional si se confirma el uso de armas químicas y Arabia Saudita exhortó al Consejo de Seguridad a actuar ante las «masacres» perpetradas según ella por las autoridades sirias.
El lunes, altos oficiales militares de países occidentales y musulmanes deben iniciar una reunión de dos días en Ammán para discutir sobre eventuales «esquemas» tras los últimos «peligrosos acontecimientos» en Siria, según Jordania. A la reunión asistirá entre otros el jefe del Estado Mayor Conjunto estadounidenses, el general Martin Dempsey.
Irak afirmó estar opuesto al uso de su espacio aéreo o de su territorio para cualquier operación contra Siria.
En el terreno, los rebeldes se anotaron un tanto el lunes al cortar la única ruta de suministro del ejército hacia la provincia septentrional de Alepo, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
Los bombardeos del régimen contra el Ghuta oriental mataron a seis personas, incluidos dos niños, según esta ONG que se basa en una red de militantes y fuentes médicas.
Una víctima del ataque relata cómo se sintió
Tras varios intentos, por fin los inspectores de la ONU han conseguido acceder a los suburbios de Damasco, atacados por el régimen, presuntamente, con armas químicas.
Una de las víctimas del supuesto ataque le ha contado lo que pasó a uno de los técnicos de Naciones Unidas. «Eran sustancias químicas y luego salimos a pedir ambulancias», relataba.
«¿Qué sentiste?», le pregunta el inspector de la ONU. «Empecé a marearme. No veía nada y quería vomitar. No veía delante de mi y me desmayé. La situación era muy mala», explicó mientras el técnico tomaba notas.
EEUU afirma que se utilizaron armas químicas
Estados Unidos afirmó que se utilizaron armas químicas en Siria, en un ataque de imperdonable «obscenidad moral» contra civiles, y advirtió que el presidente Barack Obama reclamará que se «rindan cuentas».
«Se utilizaron armas químicas en Siria», dijo el secretario de Estado, John Kerry, en una declaración televisada, quien estimó que «lo que vimos en Siria la semana pasada debería golpear la consciencia del mundo».
Kerry califica el ataque de innegable
Kerry ha comparecido en el Departamento de Estado para informar de que el Gobierno sigue «revisando» la situación en Siria tras el ataque ocurrido el 21 de agosto a las afueras de Damasco. Este ataque, según el jefe de la diplomacia norteamericana, debería «sacudir la conciencia del mundo«, toda vez que supera «todos los códigos de moralidad» y supone una «obscenidad moral».
En su opinión, el supuesto bombardeo sobre la población civil «va más allá de lo que implica el conflicto sirio», iniciado hace dos años y medio. Kerry ha advertido de que no se puede cometer violaciones de este tipo «sin consecuencias».
Kerry, que ha recordado el compromiso del presidente Barack Obama para evitar la proliferación de este tipo de armamento, ha señalado al Gobierno de Al Assad como aparente responsable de lo ocurrido. Así, ha recordado que el régimen dispone de estos equipos y «tiene la capacidad» de utilizarlos.
El jefe de la diplomacia norteamericana ha hablado con su homólogo sirio para pedirle explicaciones por el ataque y solicitarle acceso para los investigadores de la ONU. En lugar de acceder de forma inmediata, «puso impedimentos y destruyó pruebas», lo que hace que cualquier colaboración llegue «demasiado tarde», ha dicho Kerry.
Esta «intento cínico», ha añadido, «no es el comportamiento de un Gobierno que no tiene nada que ocultar». El secretario de Estado ha subrayado que «es muy tarde» para que el régimen de Al Assad parezca «creíble» ante la comunidad internacional.
Sin respuesta de momento
Pese a las pruebas que confirman el ataque químico y que señalan al régimen sirio como responsable, Estados Unidos todavía no ha adoptado ninguna medida de respuesta. Kerry ha explicado que durante estos días ha hablado con numerosos dirigentes internacionales y que el presidente Obama tomará una «decisión informada» con todas las pruebas sobre la mesa.
El secretario de Estado norteamericano se ha comprometido a seguir informando de estas discusiones «en los próximos días». El Gobierno también está consultando con los líderes del Congreso.
Putin insiste ante Cameron en que no hay pruebas del ataque químico
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el primer ministro de Reino Unido, David Cameron, han mantenido una conversación telefónica centrada «esencialmente» en «la situación en Siria» y en la que el mandatario ruso ha insistido en que no hay pruebas del ataque químico atribuido al régimen de Bashar al Assad.
La Presidencia rusa ha atribuido a la parte británica la iniciativa de esta conversación entre Putin y Cameron, de la que Moscú apenas ha dado detalles más allá de confirmar que Siria ha sido el principal tema tratado, según la agencia de noticias RIA Novosti.
Downing Street ha explicado en un comunicado que ambos dirigentes han hablado sobre posibles medidas ante el conflicto sirio y, si bien existen discrepancias, sí han coincidido en que «nadie debería usar armas químicas» y «su uso merecería una respuesta seria por parte de la comunidad internacional».
Cameron «ha dejado claro que hay pocas dudas de que el régimen sirio perpetró el ataque», ya que en su opinión «no hay pruebas de que la oposición tenga la capacidad» necesaria. Asimismo, ha advertido de que el Gobierno impidió en los días posteriores el acceso a la zona de los investigadores de la ONU, lo que «sugiere que tiene algo que ocultar».
Sin embargo, Putin no ha dado nada por confirmado, según Downing Street. El presidente ruso ha asegurado que «no hay pruebas de que se haya usado armamento químico ni de quién fue el responsable».
A raíz del supuesto ataque químico ocurrido el 21 de agosto a las afueras de Damasco, los líderes internacionales han intensificado sus contactos para tratar de acordar una respuesta que parece imposible en el seno de la ONU. Rusia y China han utilizado su derecho de veto para bloquear las resoluciones críticas con Al Assad y se han posicionado en contra de una intervención extranjera en el conflicto.
Además del tema sirio, Cameron y Putin también han abordado en su conversaciones la cumbre del G-20 que se celebrará los días 5 y 6 de septiembre en la ciudad rusa de San Petersburgo, según una información del servicio de prensa del Kremlin recogida por la agencia RIA Novosti.
EEUU acusa a Siria de volver a usar armas químicas
Estados Unidos acusó a las fuerzas sirias de bombardear de nuevo el lugar donde ocurrió un ataque con armas químicas en las afueras de Damasco, poco después de la partida de un equipo de inspectores de la ONU.
Washington acusó a Siria de tratar de destruir las pruebas del ataque de la semana pasada, que según las fuerzas de la oposición acabó con la vida de 1.300 personas, entre ellas niños. El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, condenó que francotiradores dispararan contra el equipo de investigadores de la ONU y afirmó que «una vez que se fueron, el área fue de nuevo bombardeada».
Carney afirmó que esta acción demostraba una «total falta de credibilidad por parte de Siria».
Después de haber sido atacado este lunes, el equipo de la ONU inspeccionó Ghuta, al este de Damasco, donde ocurrió el ataque con armas químicas la semana pasada, y también visitó a las víctimas en el hospital.
Obama no necesita la aprobación del Congreso para atacar Siria
Tal y como sucedió en Libia en 2011, el presidente estadounidense tiene el poder de lanzar un ataque aéreo contra Siria sin la aprobación del Congreso, al que sí debe informar, proceso que ya comenzó, según el gobierno. «El gobierno consulta activamente con los miembros del Congreso y continuará manteniendo estas conversaciones en los próximos días», declaró el secretario de Estado John Kerry, implicando que el presidente Barack Obama estaba a punto de tomar una decisión.
Sin embargo, Brendan Buck, portavoz del presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, afirmó por su parte que las conversaciones no se habían iniciado todavía. «El presidente es el comandante en jefe, pero el primer paso para él y su equipo es consultar al Congreso sobre lo que considera opciones viables. Esto todavía no se ha producido», explicó Buck.
En 1973, tras la guerra de Vietnam y a pesar del rechazo del mandatario Richard Nixon (1969-1974), el Congreso estadounidense votó la ley War Powers Resolution para obligar al presidente a pedir su aval para desplegar tropas.
En teoría deberían informar, en la práctica desde Nixon nadie lo hace
Si el presidente ordena una operación o el despliegue de soldados en caso de «hostilidades» u «hostilidades inminentes», en teoría debe obtener una autorización del Congreso para mantenerla por más de 60 días. Pero, en la práctica, todos los mandatarios desde Nixon han considerado que esta ley es contraria a la Constitución y suelen rechazar pedir la autorización al Congreso, al que se limitan a informar.
En marzo de 2011, Barack Obama ordenó los ataques aéreos contra las tropas del dictador libio Muamar Gadafi, en base a una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. Según él, la operación no encajaba en el marco de «hostilidades» que contempla la ley de 1973. El Congreso se dividió entonces entre los que defendían la ley y exigían al mandatario el fin de la intervención en Libia y los que deseaban aprobar la autorización formalmente.
En marzo de 1999, los congresistas tampoco votaron la larga campaña de bombardeos en Kosovo que lanzó Bill Clinton (1993-2001). «No necesita autorización, pero espero que la pida», declaró el lunes Bob Corker, un influyente senador republicano de la Comisión de Relaciones Exteriores, a la cadena MSNBC. «Pueden iniciar una intervención, pero espero que en cuanto volvamos del receso del Congreso vote una autorización». En su opinión, «una respuesta es inminente» y los «medios militares están preparados».
El Tea Party quiere que el Congreso apruebe el ataque a Siria
Pero el debate político está al rojo vivo y un determinado número de congresistas, muchos cercanos al movimiento Tea Party, intentó impedir de forma preventiva el lanzamiento de un ataque en Siria sin la aprobación del Congreso. En cualquier caso, el calendario actualmente favorece a Obama si decide iniciar un bombardeo, ya que el Congreso seguirá en receso hasta el 9 de septiembre.
Obama se verá con Putin el 5 y 6 de septiembre pese al caso Snowden
Los presidentes de Estados Unidos y Rusia, Barack Obama y Vladimir Putin, respectivamente, se reunirán la próxima semana aprovechando la presencia de ambos en la cumbre del G-20 que se celebrará los días 5 y 6 de septiembre en San Petersburgo. Así lo ha confirmado este lunes el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, quien ha indicado en rueda de prensa que, aunque todavía no está claro el formato del encuentro, «sin duda» Obama se verá con Putin.
Obama y Putin tenían previsto celebrar una cumbre bilateral en Moscú tras la reunión del G-20, pero el mandatario norteamericano la canceló a raíz de que las autoridades rusas concediesen asilo temporal al extécnico de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense Edward Snowden. El excontratista de la NSA está acusado de espionaje en Estados Unidos por filtrar información secreta sobre programas de vigilancia masiva.
Además de por el caso Snowden, Moscú y Washington también han discrepado recientemente por el conflicto sirio. Mientras que el Gobierno norteamericano acusa al régimen de Bashar al Assad de gasear a la población civil a las afueras de Damasco, las autoridades rusas insisten en que no se ha confirmado dicho ataque químico ni su autoría.