Tras diez días de bloqueo,los observadores de la ONU por fin han podido entrar en la ciudad siria de AlHaffah y se han encontrado con un panorama desolador.
La ciudad está aparentemente desierta, sin rastro de sus 30.000 habitantes, y un fuerte olor a cadáveres lo envuelve todo,según ha relatado la portavoz de la misión de la ONU en Siria, Sausan Ghosheh.
“El número de víctimas aún se desconoce”, ha señalado lamisión a través de un comunicado, días después de que el enviado especial de laONU y de la Liga Árabe, Kofi Annan,hubiese advertido de que una nueva masacre podía estar ocurriendo enesta localidad del norte de siria, cercana a la frontera con Turquía, dela que no se podía obtener información.
Con la ciudad asediada por las fuerzas del régimende Bashar al Assad, “sin teléfonos y sin Internet” era imposible saber lo que pasaba dentro de esta ciudad, comentaba el martes aTeinteresa el periodista sirio Moaz Alshami.
Los observadores, que tuvieron que esperar varios días hasta contar con la autorización del gobierno paraentrar en la ciudad, han podido constatar que la mayoría de los edificios públicos, incluida la oficina de correos, fueron incendiados desde su interior.
El resto la ciudad presenta también un aspecto desolador.Las tiendas han sido saqueadas. Las puertas de las viviendas estan abiertas y el interior está vacío y revuelto.
En las calles, algunos coches,tanto de civiles como de las fuerzas de seguridad, están calcinados.
La sede del partido Baath ha sido bombardeada y presenta indicios de haber sido escenario de intensos combates.
El equipo de observadores ha encontrado también restos de armamento pesado y una gran cantidad de armas de calibre en la localidad.
La misión de supervisión de la ONU en Siria ha expresado sugran preocupación por la escalada de violencia en Siria y ha pedido a ambas partes del conflicto que depongan las armas y busquen una salida pacífica a la crisis del país “por el bien del pueblo sirio, que ya ha sufrido bastante”.
Sin poder aún hacer balance de los fallecidos en Al Haffah, la Red Siria de Derechos Humanos informó de 78 muertos a causa de la violencia en el país durante la jornada del jueves, la mayoría en la capital, Damasco y sus alrededores y en la ciudad de Homs.