La gran sorpresa sería la irrupción de Hogar Judío, liderada por el antiguo miembro del Likud Naftali Bennett, que se marchó del partido gobernante tras criticar el alto el fuego tácito con las milicias palestinas de la Franja de Gaza. Esta coalición obtendría, según las encuestas, 14 de los 120 escaños de la Knesset, con votos arrebatados principalmente al Likud.
Benett, hijo de estadounidenses emigrados a Israel, irrumpió en campaña con la intención de renovar una formación, salir del rincón minoritario y ganar popularidad.
Respecto al programa político de este partido, »Hogar Judío» tiene muy clara su posición respecto a los temas más calientes, no habrá estado palestino. Sin ir más lejos cuando formaba parte del equipo de Likud, criticó fuertemete la decisión de Netanyahu de congelar durante diez meses las contrucción de asentamientos, idea recogida en el informe »La iniciactiva de estabilidad israelí».
Ya veremos si Likud-Israel Beitenu cuenta o no con él, ya que igual de cómodo podría ser contar o no con él.