«No es algo con lo que estemos de acuerdo. No es el enfoque de Reino Unido», ha explicado la ‘premier’ británica en la Cámara de los Comunes, ante las preguntas de varios diputados que le han planteado cuestiones relativas con la inmigración.
May ha defendido la invitación cursada a Trump para que realice una visita oficial a Reino Unido y ha subrayado que, en calidad de aliado, el Gobierno británico tiene la capacidad de hablar con Estados Unidos. «Cuando no estamos de acuerdo, se lo decimos», ha apostillado.
Unos 2.000 menores de edad han sido separados de sus padres y encerrados en las últimas semanas por la política del Departamento de Seguridad Interior norteamericano de dividir a las familias en la frontera sur. Trump ha justificado esta drástica medida, criticada por la ONU y por ONG defensoras de Derechos Humanos, reclamando la aprobación en el Congreso de una reforma migratoria.