La agencia, propiedad de la Autoridad Palestina, ha informado de que los agentes han comprobado las identidades de los trabajadores en las oficinas y ha empleado balas de goma y fuego real en los alrededores del edificio.
Asimismo, ha denunciado el uso de gases lacrimógenos en el interior de la sede contra los trabajadores y que los agentes han impedido a fotógrafos llevar a cabo su trabajo.
Las autoridades israelíes no se han pronunciado por el momento sobre la operación y se desconoce si se han producido detenciones o incautación de materiales en el marco de la misma.