Los actos barbáricos del Estado Islámico están aterrorizando al mundo. Matanzas masivas, ejecuciones públicas, lapidaciones, trata de esclavas yazidíes y asesinatos de cristianos son algunas de las formas que utilizan los yihadistas radicales para atormentar y asustar a la población en Irak y Siria, pero que también estremecen al mundo occidental.
Recientemente, en un evento organizado por el prestigioso think tank estadounidense The Brookings Doha Center, Mathew G. Olsen, director del Centro Nacional contra el Terrorismo en Estados Unidos, sentenció que el EI, al igual que otras organizaciones terroristas, «no es invencible», aunque su amenaza es un tema de concernimiento mundial porque «el Estado Islámico están amenazando a nuestra gente y a nuestros intereses, y si dejamos de prestarle atención no cesarán hasta llevar los ataques hasta nuestro hogar».
Olsen aseguraba, hablando de los recientes asesinatos del los periodistas americanos James Foley y Steven Sotloff y del atentado perperado en un museo judío de Bruselas, que «no podemos confinar esta amenaza terrorista a una parte del globo». El director del centro contra el terrorismo internacional y nacional aseguraba que el punto clave para combatir a los yihadistas se halla en la coalición de fuerzas y aliados internacionales. Remarcaba de nuevo que el EI no es invencible y afirmaba que mantendrán los ataques aéreos contra los terroristas siempre en colaboración directa con los peshmerga kurdos y las fuerzas del ejército iraquí.
El director de la institución norteamericana sentenciaba que, con la ofensiva aérea, están debilitando las posibilidades de éxito del EI, porque están perdiendo armamento y territorio. No obstante, en su comparecencia se desmarcaba de futuras acciones militares, «pues no existe una solución militar para combatirlo». Según el director del centro se trata más de una esrategia a largo plazo que implica llevar ayuda humanitaria y acciones militares concretas.
Seguir controlando el flujo de combatientes extranjeros del EI
Olsen sostuvo en este encuentro que sus miras están puestas en el flujo de combatientes extranjeros que se están enrolando a las filas de la organización terrorista en Irak y en Siria, y para ello unirá sus esfuerzos con la inteligencia norteamericana.
Por el momento, explicó, que no tienen la certeza de que los yihadistas quieran emprender ataques directos contra Estados Unidos, pero manifestó que le preocupa que los combatientes originarios de Norteamérica puedan volver entrenados y que dirijan su radicalismo contra el país. De hecho alertó de que muchos tienen pasaportes y documentos para moverse por las fronteras libremente, por lo que suponen una amenaza.
Olsen isistió en que : «Nuestras atenciones están centradas en lo que ocurre en Irak y Siria».