El diario El Mundo publica nuevas revelaciones en torno a la investigación del FBI «al sospechoso número» de los atentados de Boston, Tamerlan Tsarnaev. Así dice que a finales de 2010 el FBI fue alertado por Rusia sobre un estancia que Tamerlan Tsarnaev preparaba en Daguestán y Chechenia para encontrarse con extremistas. En 2011, los agentes de EEUU interrogaron tres veces al sospechoso, pero unos meses después ni percataron de su viaje a Daguestán. La culpa, una errata.
Según recoge el diario, que cita fuente del FBI, «Parece que cuando se subió al avión, escribieron mal su nombre, así que el sistema nunca incluyó el hecho de que finalmente había ido a Rusia», explicó el senador Lindsey Graham, después de haber recibido información de un subdirector del FBI.
El nombre de Tamerlan estaba en una lista de pasajeros especial llamada TECS que depende del Departamento de Seguridad Nacional y sirve para alertar a las autoridades sobre los movimientos de sospechosos e identificar a posibles criminales. Pero, según explicaron fuentes de la investigación a la agencia de AP, la aerolínea en la que volaba Tamerlan escribió mal el nombre del pasajero.
No incluía la transcripción exacta del nombre
Así, al no incluir la transcripción exacta del nombre, el ruso de origen checheno no fue relacionado con la lista negra. En caso de haber detactado, la alerta no hubiera supuesto una investigación inmediata de Tamerlan, pero si los agentes del FBI hubieran notado el esperado viaje del sospechoso, podrían haberle vuelto a prestar atención al caso.
A la vuelta a Cambridge, seis meses después, Tamerlan se abrió una cuenta de YouTube y empezó a colgar vídeos de terroristas islámicos. También discutió un par de veces en público en la mezquita local, que lo consideraba demasiado radical.