El colegio francés está situado precisamente en los terrenos de la Embajada británica y sus clases estaban llenas de alumnos cuando cientos de personas se movilizaron ante el complejo diplomático. Las ventanas del también cercano colegio alemán sufrieron graves daños, mientras que el centro británico envió ese día a sus alumnos a sus casas para evitar posibles incidentes.
Desde entonces, las tres escuelas permanecen cerradas y cientos de alumnos esperan reanudar las clases. Los profesores extranjeros y sus familias han abandonado Irán pero, según los padres de los menores, las clases en el colegio francés se reanudarán el próximo domingo y las del británico se retomarán en Año Nuevo.
«¿Dónde puedo enviar a mis hijos en mitad del curso escolar? ¿Quién va a cuidar de ellos si no puedo dejar mi trabajo?», ha preguntado una madre soltera que tiene a sus dos hijos escolarizados en el centro francés, donde estudian 256 alumnos.
El arquitecto Mahsa Sedri, de 35 años, ha plasmado el temor que comparten muchos de sus compatriotas y que vincula el abandono del país por parte de «muchos extranjeros» con una posible «acción militar» contra la República Islámica. «Nos convertiremos en otro Irak», ha dicho Sedri, para quien es «obvio» que «algo está pasando».
Washington e Israel no han descartado una ofensiva contra las instalaciones nucleares de Irán, al que acusan de ocultar un programa armamentístico.
«Vamos a ser atacados, lo percibo», ha explicado, por su parte, el funcionario Hassan Vosughi. «Estoy retirando todo mi dinero del banco para tener efectivo en caso de ataque», ha añadido. Vosugui ha afirmado que «todos» sus amigos han comenzado «a almacenar bienes en sus casas».