Erdogan condenó así los atentados perpetrados este viernes contra dos mezquitas de la población neozelandesa de Christchurch por un autoproclamado nacionalista y enemigo del Islam. «Está claro que la percepción que representaba este asesino ha comenzado a apoderarse de las sociedades occidentales con la velocidad de un cáncer», ha dicho.
«Pedimos al mundo entero y a los países occidentales en particular que tomen medidas urgentes contra esta tendencia peligrosa», ha añadido el primer ministro, que se ha mostrado de la misma opinión que otros mandatarios de países musulmanes.
«La islamofobia actual, generada tras los atentados del 11 de septiembre de 2001», ha declarado el primer ministro paquistaní, Imran Khan, «es la culpa de estos ataques. Están condenando a 1.300 millones de musulmanes de cualquier acto de terrorismo».
La universidad de Al Azhar, milenario centro de estudio suní, ha denunciado que estos ataques, que «han violado la santidad de la casa de Dios», son un «peligroso indicador de las graves consecuencias que supone esta escalada de discursos de odio, xenófobos, y de la expansión de la islamofobia».
Arabia Saudí también ha condenado «en los términos más enérgicos» los ataques. «El terrorismo», ha hecho saber el Ministerio de Exteriores en un comunicado, «no tiene ni religión ni hogar».