Las autoridades locales han señalado que la mayoría de los campamentos de ganado atacados estaban ubicados en el lado etíope de la frontera. Alrededor de 60 personas heridas han sido tratadas en el hospital de Akobo.
La UNMISS ha condenado los ataques y ha instado a todas las comunidades del estado de Jonglei a usar la moderación y poner fin a la violencia, que ha provocado la muerte de miles de personas en los últimos años. El último episodio de violencia ha tenido lugar después de que el Gobierno de Sudán del Sur nombrara un comité de paz para tratar la reconciliación entre las comunidades. Asimismo, se había iniciado un proceso de desarme civil simultáneo y voluntario.
La representante especial del secretario general de Naciones Unidas y directora de la UNMISS, Hilde F. Johnson, ha urgido a las comunidades de Jonglei a cooperar para asegurar que las iniciativas de paz se implementan con éxito. Asimismo, ha pedido al Ejecutivo que cumpla con su responsabilidad a la hora de proteger a los civiles.
«Desde nuestro punto de vista, es muy bueno que el Gobierno haya decidido usar el desarme voluntario como un acercamiento y consideramos que están poniendo a jefes de las comunidades y comisarios locales al cargo del proceso junto con la Policía; mientras que el Ejército y el Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán (SPLA) sólo actúan en caso de violencia o resistencia armada», ha agregado.
«La UNMISS tiene la orden de proteger a los civiles, por lo que analizaremos con cuidado lo que ocurre. Tendremos presencia sobre el terreno con nuestras tropas», ha dicho Johnson. «Posiblemente creemos equipos conjuntos de monitorización con presencia de las instituciones gubernamentales que no están involucradas en el proceso de desarme», ha apuntado.
Por otra parte, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha informado de que miles de miembros de la comunidad Lou Nuer de Sudán del Sur han buscado refugio en la parte occidental de Etiopía.
Alrededor de 15.000 personas, la mayoría mujeres, niños y ancianos, han huido de Akobo, en Jonglei, y han entrado en Etiopía desde mediados de febrero, según los datos facilitados por el portavoz de ACNUR, Adrian Edwards.
La mayoría de los refugiados se están asentando alrededor de la localidad fronteriza de Matar, en la región de Gambella, y viven en tiendas de campaña prefabricadas. ACNUR está colaborando con las autoridades etíopes para establecer un centro de recepción cerca de Matar.