El primer ministro, Binali Yildirim, desveló la semana pasada que el Gobierno planeaba prorrogar la medida por séptima vez y aseguró que respaldaría la recomendación que formulada el Consejo de Seguridad Nacional.
Está previsto que el Parlamento aborde la recomendación del organismo el 19 de abril, en lo que sería un mero trámite debido al apoyo del Partido Justicia y Desarrollo (AKP) y Partido del Movimiento Nacionalista (MHP) a la medida.
Las autoridades turcas declararon el estado de emergencia el 20 de julio de 2016, tras la asonada, que se saldó con la muerte de al menos 240 personas.
Ankara ha lanzado desde entonces una campaña de represión contra aquellos a los que acusa de estar detrás de la intentona, de la que responsabilizó al clérigo islamista Fetulá Gulen, quien reside en Estados Unidos. Gulen ha negado cualquier papel en el golpe.
Bajo una fuerte represión desde la asonada, más de 50.000 personas han sido encarceladas en espera de juicio por supuestos vínculos con Gulen, mientras que 150.000 personas han sido despedidas o suspendidas de empleo en los sectores militar, público y privado.