El proceso electoral más grande de la historia continúa: 814 millones de indios están preparados para ir a las urnas durante las cinco semanas que dura el proceso, que acabará el 10 de mayo. Este jueves comenzaba la primera jornada de la tercera fase de unas elecciones llenas de preocupación, sobre todo, por la violencia contra las mujeres en el país.
Así lo indica la organización global Avaaz tras elaborar una encuesta en colaboración con MDRA, de la que se deduce que el 90% de los votantes ven la lucha para acabar con la violencia contra las mujeres como una prioridad. No sólo eso, sino que además el 75% de los hombres y mujeres que participan en estas masivas elecciones también creen que el compromiso de los políticos con la defensa de los derechos de las mujeres ha sido insuficiente hasta ahora.
Ante estas expectativas, la abogada del Supremo indio, Karuna Nundi, ha afirmado con rotundidad que este es un “momento muy importante” para que los partidos empiecen a rendir cuentas y para dejar claro que “los políticos perderán sus escaños si no representan las verdaderas aspiraciones del pueblo”.
¿Cuáles han sido las promesas de la clase política india? Los tres principales partidos —el Congreso Nacional, actualmente en el Gobierno, el Partido Popular indio (Bharatiya Janata, BJP), liderado por Narendra Modi, y el Partido del Hombre Común (Aam Adme, APP)—, con objetivos bastante similares, se han comprometido a poner en marcha la Ley de Reserva de la Mujer, por la que se destinaría un tercio de los escaños parlamentarios y de las legislaturas estatales a mujeres.
Propuestas electorales por la mujer
Por separado, todos ellos han presentado propuestas a favor de los derechos de la mujer, como imponer una cuota del 25% para las mujeres en las plantillas de la Policía, propuesta ésta del partido gobernante, o las de impulsar nuevas políticas para mejorar la seguridad de las mujeres. Aunque Nundi asegura que en estas elecciones los partidos han situado a la mujer en una situación más central de sus programas, las medidas que proponen siguen siendo ‘ad hoc’.
En este sentido, por ejemplo, fue la protesta por la estudiante víctima de una violación en un autobús de Nueva Delhi la que fomentó algunos cambios, como la inclusión del ‘voyeurismo’ o el acecho dentro del Código Penal. “Pero eso no es suficiente”, afirma Nundi. “Por ejemplo, la violación dentro del matrimonio siguen sin ser delito y aún es explícitamente legal”.
Y es esta insatisfacción con los esfuerzos de los políticos en materia de derechos de la mujer lo que ha impulsado la creación del Womanifesto, un documento firmado por ONG, movimientos por los derechos de las mujeres, periodistas, economistas, académicos y abogados y en el que explican al propio Gobierno qué es lo que tiene que hacer para mejorar las condiciones de las mujeres y las niñas en India.