Tras días de especulaciones y misterio, el legendario actor Clint Eastwood despejó todas las dudas y se convirtió en el invitado sorpresa de la convención republicana en Tampa (Florida, sur de EEUU), donde aseguró que «cuando uno no hace su trabajo debe irse».
Eastwood, de 82 años, hizo una breve aparición en el horario de máxima audiencia televisiva, justo antes del discurso del senador de Florida Marco Rubio, encargado de presentar al candidato republicano a la Casa Blanca, Mitt Romney.
Con un monólogo punzante dirigido contra la silla vacía de un presidente Barack Obama imaginario, Eastwood sintetizó en unas pocas bromas todo el mensaje de la alternativa republicana.
«El país es nuestro, los políticos son nuestros empleados», dejó claro el popular intérprete de «Dirty Harry» y ganador de un Oscar como director de películas como «Million Dollar Baby» y «Gran Torino».
«Y cuando alguien no hace el trabajo, hay que echarlo», añadió.
La participación del actor en la gala final de la Convención Republicana había sido mantenida en secreto hasta hoy mismo, y no defraudó, a juzgar por la atención que le prestaron los medios estadounidenses y el impacto en las redes sociales.
Eastwood, de 82 años, empezó su discurso, sin teleprompter, recordando la victoria de Obama.
«Recuerdo cuando Obama ganó la elección, hablaba de cambio. Recuerdo que pensé que no era un gran simpatizante», ironizó.
«Prometía cambio y esperanza, había velas, Oprah (Winfrey) -la estrella de los talk-shows- lloraba», bromeó.
«Pero ahora lloró con fuerza por los 23 millones personas desempleadas», le decía a la silla vacía, símbolo para los republicanos del liderazgo ausente de la Casa Blanca durante la etapa de Obama.
El actor, que apareció en el escenario al ritmo del tema principal de «El bueno, el feo y el malo», siguió arrancando aplausos y risas de los delegados en la Convención Nacional Republicana cuando, en su diálogo con el Obama imaginario, fingió que éste le interrumpía con su verbo.
Eastwood, que respaldó la candidatura de Romney el mes pasado en California, le replicó: «es mi turno de hablar».
«El país es nuestro, los políticos son nuestros empleados, y cuando alguien no hace el trabajo hay que echarlo, así es que es hora de que otro venga y resuelva el problema», añadió Eastwood.
Él actor aprovechó su alocución, interrumpida varias veces, para atacar la gestión económica de Obama, sus esfuerzos por cerrar el centro penal en Guantánamo y tener «la estúpida idea» de juzgar a los sospechosos de los atentados del 11 de Septiembre (de 2001) en Nueva York
Para el actor, ha llegado la hora de que Romney, «un empresario estelar», tome las riendas del país y que, junto con el candidato a vicepresidente, Paul Ryan, pasen a dirigir el país.
El actor, director y productor, con cuatro premios Oscar en su haber, es un republicano de corazón, que apoyó oficialmente a Romney a principios de agosto, después de haber respaldado a John McCain en las presidenciales de 2008.
Eastwood llegó la tarde del miércoles al Tampa Bay Forum para visitar el escenario en el que más tarde aparecería.
Varios medios de comunicación anunciaron que la leyenda de Hollywood sería el «invitado sorpresa» de la 40 Convención Nacional Republicana.
Ante las especulaciones, el agente de Eastwood, Leonard Hirshan, aseguró a la AFP que desconocía los planes de su cliente.
«Yo soy su agente pero no sigo su vida privada. Todo lo que haga, me entero como ustedes, una vez que ya pasó», agregó.
Antes de que el nombre de Eastwood comenzara a correr por los pasillos de la convención, se especuló con que el factor sorpresa de la noche del jueves podía ser desde el millonario Donald Trump hasta la heroína del movimiento ultra conservador Tea Party Sarah Palin.
Hollywood, que tradicionalmente apoya al Partido Demócrata, ha brillado por su ausencia en Tampa, con la excepción del actor John Voigt, de 73 años y padre de Angelina Jolie, que se ha pasado al lado republicano.