China anunció este lunes que desmanteló 181 «grupos terroristas» en Xinjiang (oeste) desde el lanzamiento hace un año de una campaña represiva llamada «Golpear Fuerte» en esta región, de mayoría musulmana y escenario de numerosos episodios violentos.
Según datos de las autoridades comunistas regionales, imposibles de verificar de forma independiente, el 96% de esos «grupos terroristas» fueron neutralizados antes de poder pasar al acto.
Un total de 112 sospechosos se entregaron a la policía, según esos datos, citados por la agencia oficial Xinhua y el sitio web Tianshan, controlado por las autoridades de Xinjiang.
La campaña «Golpear fuerte» comenzó justo después de un atentado ocurrido el 22 de mayo de 2014 en Urumqi, capital de Xinjiang.
En él, dos vehículos todoterreno embistieron contra la muchedumbre que se encontraba en un mercado al aire libre, y sus ocupantes lanzaron explosivos. Murieron 39 personas, además de cuatro atacantes, y más de 90 resultaron heridas, según el balance oficial.
La campaña «Golpear fuerte», prolongada al menos hasta fines de 2015, se tradujo por una represión implacable, en forma de decenas de condenas a muerte y ejecuciones, centenares de detenciones y procesos expeditivos.