Económicas, judiciales, migratorias…China se apunta a las reformas estructurales tan reclamadas en Europa. Mientras que países europeos como Francia e Italia se niegan a poner en marcha las reformas estructurales que reclama Europa, China toma carrerilla y continúa con su plan de reformas, poco ambiciosas e insuficientes para algunos, pero en cualquier dirigidas a fortalecer un cambio en la economía, la reforma judicial y la lucha contra la corrupción.
El debate de las reformas arranca este lunes en la reunión en la reunión plenaria del Comité Central que congregará a unos 200 miembros titulares. En general no trasciende nada antes del fin de este acontecimiento, que se desarrolla bajo fuertes medidas de seguridad y al cual asisten el presidente Xi Jinping, el primer ministro Li Keqiang y los otros jerarcas del régimen. No obstante un tema de candente actualidad protagonizará las reuniones entre los dirigentes comunistas: las revueltas en Hong Kong. Así el experto en relaciones internacionales de Asia Oriental del Real Instituto ElCano, Mario Esteban, asegura que “la cuestión de Hong Kong destaca entre el resto que no son tan coyunturales sino que están en transición.” Para el experto, “cualquier concesión está fuera de los planes de Pekín”.
La que será la gran reforma china es la reforma judicial. Se trata de poner en marcha un mecanismo para que el ordenamiento jurídico sea cada vez más fuerte y tenga un mayor peso. Según recogieron los editoriales chinos esta semana, el plenario del partido intentará reformar el sistema judicial a nivel local y darle más poder sobre las autoridades gubernamentales locales para evitar y combatir eventuales abusos de poder. “Se está intentando que el descontento social en temas laborales o medio ambientales se encauce en el ámbito jurídico y evitar movilizaciones al margen de la legalidad”, explica a www.teinteresa.es, Mario Esteban. El objetivo es reforzar el sistema legal para que el Partido Comunista de China esté verdaderamente dentro de las leyes, dando mayor independencia judicial a los tribunales, aunque ello no tendría por qué traducirse en mayores libertades civiles.
Otra de las reformas que discutirá es la reforma de la propiedad de la tierra que concederá a los agricultores más derechos sobre la propiedad de la tierra, con el objetivo final de impulsar la pretendida urbanización del país, informó la agencia Xinhua.
Afianzar la clase media, el gran reto de China
Precisamente, el plan de urbanización de China se integra, a su vez, con la intención del Gobierno de vertebrar una clase media que aumente el consumo interno y logre que el crecimiento del país dependa cada vez menos de las inversiones y las exportaciones. No en vano, el cambio de modelo económico chino, basado en la mano de obra barata, está agotado. Mario Esteban insiste en que “se intenta dinamizar el mercado interno y apostar por la tecnología”
El régimen de la ley dará más impulso a los actuales esfuerzos del gobierno para eliminar la corrupción en todos los niveles del gobierno y ayudará al PCCh a superar la resistencia a las reformas de aquellos que prefieren el statu quo.