El ministro principal del estado, Pinarayi Vijayan, ha reconocido que la situación es «muy dura» y ha anunciado el envío del Ejército a Ayannkulu, Wayanad e Idukki, algunas de las zonas más afectadas. En esta última, once personas han fallecido por los deslizamientos de tierra, informa el diario ‘The Hindustan Times’
Las autoridades han abierto parcial o totalmente algunas presas para evitar su rotura, mientras que se ha evacuado también varias localidades como medida de precaución.
Al menos un millar de hectáreas de cultivo han resultado dañadas y 31.000 personas han sido forzadas a refugiarse en campamentos de rescate, según la Autoridad de Gestión de Desastres del Estado (KSDMA, por sus siglas en inglés). Ocho distritos habían sido puestos en diferentes niveles de alerta máxima.
P.H. Kurian, jefe de la agencia, cree que lo peor ha pasado, aunque ha pedido a sus subordinados y a los residentes que no bajen la guardia. «Hoy (por este sábado) no ha llovido en los principales embalses de hoy. Sin embargo, mantendremos nuestra alerta y cualquier preparativo adicional hasta el 15 de agosto», ha confirmado.