Bolas que se resbalan y ruedan por el suelo, niños que se quedan sin voz y alguno que tiene que ser corregido durante el sorteo. Estas son algunas cosas que han pasado en el sorteo de este año, algunas captadas por las cámaras, otras solo vistas por los que estaban en el Teatro Real.
Una de las anécdotas del sorteo de este 2013 la ha protagonizado Zaira. Esta pequeña iba a participar en el sorteo sacando las bolas, sin embargo no ha podido participar. Este última semana se ha portada mal en el cole por lo que en la residencia la han castigado sin ir al Sorteo de Navidad. Su madre nos contaba que se había quedado muy triste, pero que esta es una manera de que aprenda a portarse mejor, aunque cree que igual el castigo ha sido muy severo. Da la casualidad de que su hermano Adrian, fue castigado el año pasado. En 2012 tenía que cantar lo números, pero al final participio sacando las bolas. Con tan buena suerte que fue el que activó la manecilla que sacó la bola de los 4 millones de euros.
Brisa ha sido otra de las niñas que ha sido protagonista del sorteo. Esta peque se ha puesto muy nerviosa en el sorteo por lo que ha tenido que dejar de cantar. Un profesor estaba continuamente corrigiéndola, se ha agobiado y ha sido sustituida. Su madre al ver lo que había pasado se ha puesto ha llorar. Menudo disgusto se ha llevado, sobre todo cuando al ser sustituida han cantado dos premios más.
Loida cantaba este año los premios, era el primer año que participaba en el sorteo. Estaba un poco acatarrada pero no ha querido decir nada a los profes para que le dejaran cantar. Ha empezado muy fuerte por lo que a mitad de la tabla se estaba quedan sin voz. Ha tenido que parar varias veces para respirar un poco y beber agua. No ha sido la única niña que ha necesitado un pequeño descanso. Darius estaba muy nervioso y se le notaba que tenía problemas con la respiración, también se ha tenido que tomar un pequeño descanso.
Que no se caiga la bola. Esta es una de las máximas de los niños de San Ildefondo. Todos temen ese momento en el que la bola se les resbala de las manos y rueda por el salón. Este año ha pasado hasta en tres ocasiones, aunque los niños han estado muy rápidos y las han pillado casi al vuelo. Marileisi ha sido una de ellas. Su madre se tapaba los ojos en cuanto se le ha escapado la bola. Menos mal que la ha pillado enseguida, aunque le ha entrado la risa nerviosa.