En 2011, uno de los quintos premios de la Lotería de Navidad se fue hasta Asturias. Los agraciados fueron los profesores y trabajadores del Centro de Imagen y Sonido de Langreo, que adquirió 61 décimos del número 33.003.
“Era un número feo, ninguno de nosotros pensábamos que nos iba a tocar. Todos los trabajadores del centro llevábamos el número por lo que fue muy repartido. Yo llevaba dos décimos porque entre mi novio y yo no nos pusimos de acuerdo sobre quien la compraba y al final acabé comprándolo yo. Aun no me ha pagado los 20 euros”, recuerda Leticia.
Esta joven recuerda que aquel día pararon las clases ya que era el último día de jornada lectiva antes de las vacaciones de Navidad. “En total me tocaron 12.000 euros, 6.000 por cada décimo. En realidad yo había pagado los dos, pero en la lotería lo que es de ley, es de ley y aunque no habíamos firmado nada, le di su décimo a mi novio”, relata.
Con el premio, mi novio decidió ahorrarlo y yo me lo gaste en hacerme motera. “Estaba sacándome el carné de moto por lo que aproveché el dinero para pagarlo, comprarme una moto y la equipación completa. Varios de mis compañeros aprovecharon para tapar algún que otro agujero”, explica.
Leticia señala que en el centro son muy dados a jugar números feos. “Este año tenemos el 11.002. La que se encarga de coger los números es una limpiadora y siempre se decanta por números feos. Yo no creo que se vaya a repetir la suerte de que nos vuelva a tocar, aunque quien sabe. Para este año llevamos el décimo del trabajo que cada vez es más solicitado. Este año han pedido entre 80 y 100 números para los 30 trabajadores de la escuela. Como tocó hace unos años la gente suele coger también para sus familiares. Nosotros, la pareja, llevamos unos 6 décimos completos ya que intercambiamos con la familia”, concluye Leticia.