Vestida con conjunto de falda tubo y camisa escotada de la firma italiana Blumarine y unos tacones de vértigo (que además le quedaban un poquito grandes), Selena Gomez era la más esperada en la presentación de »Spring Breakers» en Madrid (llegará a los cines el 15 de marzo), a la que llegó acompañada por sus compañeras de reparto Vanessa Hudgens, Ashley Benson y Rachel Korine.
Sonriente y con un puntito de timidez, Selena es toda una muñequita de piel de porcelana (apenas llevaba maquillaje y el pelo suelto con un sencillo recogido a un lado) pero que se pone años encima con unos modelitos demasiado formales para sus 22 años. Cuando le toca posar (antes de entrar piden silencio en la sala mientras se encuchan las carcajadas entre las protas de la película), Selena saluda, tira besitos y mira con paciencia a cada uno de los fotógrafos apostados en el photocall desde una hora antes para que tengan todos una buena foto.
Selena interpreta a Faith en »Spring Breakers», la más formal y responsable de las cuatro protagonistas y cuenta que «cuando leí el guión me sentí muy cercana a ella, a mí también me protegen mis compañeras como hacen con ella en la peli». Pero, ¿es Selena la buena chica Disney que conocemos? «Hay una parte en mí de niña buena, pero no tanto», bromea. Su acercamiento a este film, en el que realmente quiere dar un giro a su imagen (la película no es para nada infantil), fue su madre la que le dijo que la hiciera. «Ella leyó el guión y me dijo que tenía que hacerlo. También mi padre y mi hermano, que ahora están muy orgullosos de mí», explica.
Y, ¿qué pensarán sus fans de este cambio de registro? «Yo hago lo que hago», dice con cara de pocos amigos, «es mi trabajo, soy actriz y amo esta profesión. Estoy haciéndome mayor y esta era una buena oportunidad para crecer y seguir avanzando. Estoy muy orgullosa del resultado».
«No me gusta salir de fiesta»
Y es que en »Spring Breakers», las cuatro chicas se corren la mayor fiesta de su vida llena de excesos y »cosas malas», pero Selena no es de las que hace esas cosas. «Hay muchas maneras de irse de fiesta, pero la que vemos en la película es diferente a la mía. Por ejemplo, yo me he divertido mucho cogiendo un avión con mis compañeras y bailando en el vuelo. Ésa es mi versión de pegarse una fiesta», dice divertida.
Selena Gomez conoce la fama desde que tiene uso de razón, pero no vive angustiada por los paparazzi. «Hago todo lo que quiero. Nunca me he sentido mal por no poder hacer o decir algo por el mero hecho de ser famosa», explica. «He estado haciendo esto desde que tenía 7 años y me siento súper orgullosa de mi trabajo. Creo que es muy excitante la oportunidad que te da la gente para conocerte con las series o con esta película. La fama es un poco incómoda y complicada al principio, pero procuro disfrutar día a día», dice mientras se limpia el dedo de sangre con el mantel de la mesa en la que está sentada porque se ha cortado al abrir la botella del agua.
Algunos pensarán que Selena ha perdido una parte de su infancia por dedicarse al cine y la música desde niña, pero para nada ha sido así. «Hemos vivido distintas experiencias a otra gente de nuestra edad, pero es divertida la percepción de la gente de lo que tú haces. La gente no sabe realmente quién soy o lo que hago. Mientras yo trabajaba, ellos iban al insitituto, pero en el fondo he vivido las mismas experiencias que ellos, he tenido amigos, me han roto el corazón y he superado momentos difíciles en el paso de la juventud a la edad adulta. Por eso es confuso que la gente esté más interesado en ti y emplee horas en saber algo de tu vida, porque realmente tenemos lo mismo», dice la ex chica Disney.
Para promocionar »Spring Breakers», Selena y sus amigas están recorriendo medio mundo, pero ella también piensa en su música. «Acabo de grabar mi nuevo álbum. Mi nuevo single saldrá en marzo y el disco en verano. Luego haré mi primera gira internacional», nos revela. Y, ¿cómo se ve la ex de Justin Bieber dentro de diez años? «Espero ser feliz, seguir trabajando y que mi gente tenga salud. No podría pedir nada más», concluye.