La vida de Covadonga cambia en el momento en el que detienen a su marido por un delito de corrupción inmobiliaria y ella se encuentra arruinada, por ese motivo, decide volver a Madrid para pedir ayuda a su amiga Natalia e instalarse unos días en su casa.
Aunque lleven tiempo sin verse, Covadonga no dudará en decirle a su amiga lo que piensa sobre su relación con Sergio y la advertirá de que esa relación no va a ninguna parte porque él es de otro estatus social.