Los próximos días vienen cargados de nieve, lluvia y viento para España, y lo mejor es tomarse los viajes con calma y sin prisa. La semana empieza con mucho lluvias y vientos fuertes, y posibles nevadas a partir de los 700.800 metros. Con estas previsiones, la Dirección General de Tráfico (DGT) da algunos consejos para prevenir accidentes y que la conducción sea segura en las carreteras.
Mantener la distancia de seguridad y estar atento a la velocidad son dos medidas muy importantes para evitar choques o salidas de la carretera en caso de lluvia, nieve o hielo. Cualquier incidencia meteorológica afecta a la conducción en la disminución de visibilidad y la adherencia entre el neumático y la calzada.
Además, estar informado de la condiciones de las carreteras por las que vamos a circular es vital para saber qué medidas debemos tomar. También nos permitirá decidir sobre la ruta más idónea y nos evitará inconvenientes.
En el momento de arranque, lo mejor es salir con la segunda marcha si te patinan las ruedas.
En situaciones extremas lo mejor es parar hasta que las condiciones permitan continuar con el viaje. Dependiendo de la clase de incidencia meteorológica deberemos tomar unas medidas u otras.
«Ver bien y ser visto», regla esencial con nieve y lluvia
En primer lugar, antes de salir con el coche, hay que comprobar el funcionamiento del parabrisas, encender las luces de cruce y utilizar el sistema de ventilación interior del vehículo para eliminar el vaho sobre los cristales, además de aplicar una bayeta seca.
Durante el trayecto, debemos evitar aceleraciones y desaceleraciones bruscas, así como adelantamientos. Limpiar cada poco la nieve, en caso de que la haya, que se acumula en el guardabarros, que puede impedir el giro de las ruedas.
No frenar bruscamente para impedir el acquaplanning o deslizamientos sobre charcos o carreteras con mucho agua. En cuanto a los adelantamientos, si no es totalmente necesario, no lo hagas ya que ante un cambio brusco el neumático puede perder agarre.
En el caso de que la carretera se vea blanca, se deben colocar cadenas en las ruedas motrices (si no se llevan neumáticos especializados). Para instalarlas, el conductor debe buscar un lugar apartado de la calzada y de fácil acceso, para no entorpecer la circulación.
Lo más recomendable en el caso de que no nos quede más remedio que frenar, es usar el propio motor del coche para detenerlo. Para pisar el pedal de freno, hay que intentar hacerlo con las ruedas rectas para en ningún momento perder el control del vehículo.
Si te encuentras dentro de una placa de hielo, ¡no frenes! sobre todo si tu coche no está equipado con un sistema de antibloqueo de frenos. Si realizas un freno muy brusco te puedes ver en dos situaciones: un sobreviraje (se bloquean las ruedas traseras) o un subviraje (deslizan las ruedas delanteras). Lo mejor para salir del hielo es que mantengas una velocidad constante sin dar grandes frenazos.
En caso de quedarse atascado en la nieve hay que intentar balancear el coche hacia delante y hacia atrás utilizando la segunda marcha y la marcha atrás repetidas veces.