Verano del 2000. Raluca y su familia llegaban a un pequeño pueblo del sur de la Comunidad de Madrid, procedentes de Rumanía. Dieciséis años y ni papa de español. Septiembre estaba a la vuelta de la esquina y segundo de Bachillerato a punto de empezar.
La joven se matriculó en el instituto. Aprobó todo. Es más, se acercó al 9 en selectividad. Un año duro, dice Raluca.
En septiembre empezó a estudiar la diplomatura de Turismo. En 2006 ya había terminado y conseguido el premio al segundo mejor expediente de la promoción. Para las prácticas eligió uno de los mejores hoteles de la capital, aunque ya desaparecido, el Hotel Adler 5*.
Su empeño en formarse no se quedó ahí. La Universidad Rey Juan Carlos le esperaba. En 2009 ya era licenciada en Publicidad y Relaciones Públicas. Y, sí, con premio extraordinario fin de carrera.
Desde entonces y hasta hace unos días ha trabajado para una empresa de ocio y eventos como adjunta a dirección marketing y comercial y coordinadora eventos entre otras muchas funciones.
Pero, ha llegado de nuevo el momento de buscar trabajo. Un currículum impecable. Infojobs puede ser un buen lugar para encontrar algo, pensó Raluca.
Así se topó con Zankyou, una empresa líder en el sector nupcial con presencia en más de 23 de países y que se presenta al mundo como “multicultural”.
La oferta rezaba así:
Sin embargo, la joven no desistió y se apuntó a la oferta. A las cuatro horas era desechada.
Ante esta situación, Raluca escribió una carta a Zankyou:
Querida Zankyou,
¿Quería preguntar cómo una empresa que se define como multicultural pone un anuncio en un portal de búsqueda de empleo en la que como requisito pide nacionalidad española?
Bajo ninguna circunstancia me gustaría trabajar en vuestra empresa (tengo más de 8 años de experiencia trabajando en una empresa de referencia en eventos, entre ellos bodas, siendo vuestro producto), pero simplemente para comprobar el grado de racismo y discriminación me he inscrito ayer por la noche, para ver cuánto van a tardar en descartar mi candidatura…y ¡Sorpresa!, a las 8:00 de la mañana, nada más verla.
Me he criado, he estudiado, me he formado, llevo viviendo y trabajando la mitad de mi vida en España, para mí, es mi casa, pero de momento no he pedido la nacionalidad ya que es una decisión personal!
¿Creen que hay que avergonzarse de los orígenes que uno tiene?
Simplemente me parece hipócrita la descripción que hacen de la empresa…
Nacer en un sitio u otro en el mundo, no te hace mejor, sino tu educación, tus estudios y tus esfuerzos en ser buen profesional como ser buena persona.
Sin cariño, me despido.
Atentamente,
Y la respuesta no se hizo esperar:
¿Nacionalidad española?
Desde la empresa de eventos reconocen A Teinteresa.es que han hablado con Raluca aunque no recuerdan su nombre. “Hablamos con ella el jueves. Lo que ocurre no es un caso de discriminación. Contratamos a gente nativa de cada país porque son los que saben cómo funciona el sistema”.
Comisiones Obreras se ha hecho eco del asunto este lunes a través de Teinteresa.es. Recalcan la flagrante ilegalidad de la condición de la nacionalidad española en cualquier oferta de trabajo: “Se trata de una clara discriminación de origen”. Además, animan a esta joven y a cualquiera que sufra estas situaciones denunciarlas de inmediato.