Durante la clausura de la celebración del XX aniversario de los Acuerdos de 1992 entre el Estado español y las confesiones judía, musulmana y protestante, Llorente ha admitido que «queda mucho por hacer» porque las comunidades autónomas aún encuentran «trabas» y porque «la sociedad cambia» pero también ha destacado que son necesarios «interlocutores claros y reconocibles» en las distintas confesiones «que trabajen para construir» pues así «el dialogo será mas fácil y eficaz».
Llorente ha señalado que han sido 20 años de «muchas luces y algunas sombras» pues no siempre ha sido todo lo rápido que les hubiera gustado ni se han cubierto las expectativas de todos por igual, pero ha insistido en que «lo que no se puede negar» es que se ha avanzado con los acuerdos y con la creación de instrumentos para facilitar la interlocución y el desarrollo de políticas activas, como la Comisión Asesora de Libertad Religiosa, la Fundación Pluralismo y Convivencia y el Observatorio de Pluralismo Religioso.
Así, Llorente ha apuntado que esta celebración es un alto en el camino en medio de «un proceso vivo e inacabado en el que se lleva trabajando más de 20 años» y que permite «mirar a lo lejos para hacerse a la idea de lo que queda por avanzar».
En estos 20 años, según ha indicado, la sociedad española «se ha transformado profundamente» y hoy en día existe «una mayor pluralidad» visible en los 6.000 lugares de culto de confesiones minoritarias inscritos en el registro de entidades religiosas del Ministerio de Justicia, muy lejos de los apenas 600 que había en 1992.
Esta diferencia, según ha precisado, se debe también a la progresiva inscripción de las comunidades religiosas que han ido regularizado su situación administrativa, a su juicio, «un gran indicador del proceso de normalización». «Entre todos, confesiones y administración hemos ido acompañando este proceso de cambio con el convencimiento de que el derecho a la libertad religiosa debía estar siempre en nuestro punto de mira», ha subrayado.
En esta línea, ha reconocido las aportaciones a la sociedad de las confesiones religiosas durante estos 20 años y desde antes, así como las de aquellas religiones que no firmaron los Acuerdos de 1992 pero que son también, según ha añadido, «parte importante de este proceso». «Han contribuido a que tengamos un país mejor», ha afirmado.
Finalmente, ha asegurado que España está «muy comprometida e ilusionada» con el centro internacional de diálogo interreligioso e intercultural KAICIID que se ha presentado en España este jueves con motivo de la celebración del XX aniversario de los Acuerdos. «En nombre del ministro de Justicia estamos para ayudar en lo que deseen, con generosidad», ha asegurado.
UN CENTRO PARA FAVORECER EL RESPETO «AL OTRO»
Antes de la clausura, ha tenido lugar la presentación de este centro que, según ha destacado su secretario general, Faisal Bin Abdulrahman, ayudará a «conocer al otro» y mejorará la relación entre los líderes religiosos de las diferentes confesiones, lo que a su vez repercutirá, a su juicio, en el aumento del respeto entre los fieles de las distintas religiones y hacia las minorías religiosas.
En este sentido, el representante del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso en el Vaticano (observador del centro), el padre Miguel Ayuso, ha indicado que el problema de la persecución de los cristianos en algunos países es algo «real» y «que a la Santa Sede le preocupa mucho». Sin embargo, ha recordado que el objetivo de este centro va más allá de resolver problemas concretos para centrarse en la defensa de los derechos humanos fundamentales, entre ellos, el derecho a la libertad religiosa.