-Tohil Delgado, el presidente del Sindicato de Estudiantes es un joven de 30 años licenciado en Sociología en 2006 por la Universidad Carlos III. De “familia de izquierdas”, se afilió con 13 años al sindicato y desde 2008 participa activamente en actividades públicas para recuperar derechos y “servicios perdidos con la crisis”. “Lucho por gente como yo. Estoy parado con 30 años y solo he tenido empleos precarios. He sido camarero, he trabajado limpiando, montando escenarios, dando clases de inglés…. Mi currículum es el de la inmensa mayoría de los jóvenes en España”, señala Delgado que dice estudiar “desde hace unos años” Antropología por la UNED.
Tohil admite que ha tenido problemas con la Policía en sus manifestaciones. En 2010 fue detenido tras una reyerta. Por entonces, se dijo en el sindicato que había sido arrestado por sus rasgos latinos, ya que es de origen nicaragüense, y que le confundieron con unos inmigrantes involucrados en una pelea con la Policía. El joven denunció entonces haber sido golpeado y amenazado de muerte por la Policía.
El joven sindicalista forma parte de una corriente marxista en México. Tohil ha pronunciado charlas sobre lo que califica como «reforma franquista» en educación en México. Pronunció conferencias en diferentes instituciones educativas en el país, principalmente en el Distrito Federal.
Delgado participó en un acto de homenaje a Hugo Chávez un año después de su muerte, en el que participaron Amaiur, ERC y la Corriente Marxista El Militante, entre otros. La celebración acabó con los asistentes poniendo su voz al Himno Nacional de Venezuela y con el unánime grito ¡Chávez vive, la lucha sigue!
Delgado explica que el Sindicato de Estudiantes representa los intereses de los jóvenes, de las familias más humildes y los trabajadores. “Como jóvenes no tenemos quién nos defienda. Si no nos defendemos nosotros mismos, será evidente que tendremos que seguir sufriendo ataques y denigrando nuestras condiciones de vida”.
El dirigente sindical asegura que cuando encuentre un trabajo dejará el sindicato, pero mantendrá “la lucha en la calle”.
-Ana García, la secretaria general del Sindicato de Estudiantes, tiene 27 años y es licenciada en Comunicación Audiovisual. Se afilió al sindicato con 15 años, al calor de las protestas contra la guerra de Irak. Cuenta que ya entonces, cuando estaba en el instituto, era consciente de “la precariedad laboral”.
“He acabado los estudios y como tantos jóvenes no tengo trabajo. Busqué un empleo en el campo de la comunicación pero no encontré oportunidad. Es un sector muy precarizado”, apunta la estudiante, que incide en que las protestas de su colectivo “son pacíficas”. Ahora estudia idiomas a través de la UNED.
Ana asegura que aunque tenga “la suerte de encontrar un empleo”, seguirá con la actividad sindical. Señala que los objetivos del sindicato son claros: “Que dimita el ministro Wert, que se retiren todos los ataques y que nadie vea vetado su derecho a la educación por no tener dinero”.
–Ernesto Ramírez. Coordinador del sindicato en Granada, se afilió en 2002, cuando estaba en el Instituto. Estudia Filología Inglesa y quiere pasarse a la UNED para terminar los estudios dentro de dos años. El universitario asegura que se unió al sindicado por la defensa de la educación y porque se considera hijo de trabajadores. Piensa que la LOMCE ha supuesto un retroceso de 40 años y que el ministro Wert representa los intereses de la patronal educativa.
-Borja Latorre Campos. Es secretario del Sindicato de Estudiantes de Catalunya. Cursa estudios en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universidad Politécnica de Barcelona. Lamenta que las organizaciones sindicales son víctimas de ataques del Gobierno para penalizar las protestas.
Latorre pidió ayer a los dirigentes de UGT y CCOO que “dejen de sentarse con la patronal y el gobierno y convoquen ya una huelga general” en Educación.
El estudiante fue detenido por los Mossos acusado de hacer una pintada en la fachada del centro comercial Splau del Prat de Cornellà de Llobregat, en Barcelona, durante el transcurso de un piquete informativo organizado por CCOO y UGT en la huelga general del 14N de 2012.
El joven denunció después del arresto que estaba recibiendo numerosas llamadas desde números ocultos durante la noche y que los agentes visitaron su domicilio para alarmar a sus padres. También dijo que había sido amenazado, como otros compañeros, con ser detenido y retenido en los calabozos.
-Beatriz García, de Gijón y 28 años, con estudios en Filosofía. Ha ejercido como número dos del Sindicato de Estudiantes. La estudiante reivindicaba en un artículo en la ‘Nueva España’ su papel activo en el sindicato y aseguraba no avergonzarse por salir en portada en algún diario nacional: “No me avergüenzo de haber estado en la lucha del naval ni en la estudiantil”.
García, que milita en la Corriente Marxista El Militante’, se ha incorporado a IU para “defender las ideas del socialismo y del marxismo revolucionario y “extender la rebelión social hasta derribar al gobierno del PP”.
-Ainhoa Serrano. Estudia una FP de integración social en Málaga. Asegura que solo le mueve la defensa de la educación pública y que no quiere estar vinculada a un sindicato cuando acabe los estudios. Subraya que las protestas del colectivo son pacíficas.
En una manifestación en el centro de Málaga durante la huelga del 24N, pidió “luchar contra una derecha fascista y reaccionaria que no nos deja trabajar”.
-Javier. Es coordinador del sindicato en El Ferrol y está afiliado desde 2012. Tiene 19 años y estudia un ciclo en desarrollo de productos electrónicos. Piensa que “hay que estar organizados desde que el PP gobierna”. Se mueve en la organización con asambleas y protestas, no solo contra la LOMCE, sino contra los recortes, el aumento de las tasas y la política de becas. Incide en que los radicalismos son ajenos al colectivo.
-Sergio Sivero. Coordinador en Canarias. Tiene 17 años y estudia 2º de Bachillerato. Quiere matricularse el año que viene en Derecho. Se afilió a raíz de que participara en unas marchas en octubre de 2012, en protesta contra los recortes de 3.000 millones en educación.
Dice que los radicales son una pequeña minoría, que él en ningún caso quemaría contenedores ni sería rebelde. Pero critica que la Policía provoca a los manifestantes del sindicato y que los 54 detenidos en el campus de la Complutense fue un acto de represión. Pide la dimisión de Cristina Cifuentes.
-Carlos Naranjo, coordinador del sindicato en Valencia. Es estudiante de la Universidad Politécnica. Considera que la mayoría de los manifestantes son jóvenes estudiantes de 14 a 17 años y trabajadores que de forma pacífica protestan contra los recortes en el sistema educativo. Naranjo, que estuvo muy activo en las protestas que tomaron como escenario el instituto valenciano Luis Vives, piensa que la LOMCE es “segregadora y clasista”.
Critica en una entrevista a 20 Minutos la “campaña de de criminalización por parte del Gobierno de la derecha”. Sostiene que la sociedad está teniendo una respuesta muy positiva y que “son los medios de comunicación los que tildan de violentos y vándalos» a sindicalistas que defienden el sistema público.
-Toni Cerveró, portavoz del sindicato en Valencia. Estudia Psicología en la Universidad de Valencia. Le parece “brutal” que en la actualidad ir a la Universidad «sea un privilegio y no un derecho para todos”.
-Pablo Alcántara Pérez, coordinador del Sindicato en Asturias. Ha estudiado Historia en la Universidad de Oviedo. En diciembre de 2012 fue elegido representante de la Unión Progresista de Historiadores. En su Facebook publica ¡Fuera la LOMCE, las reválidas y el franquismo de la enseñanza pública!¡Wert dimisión!”
El estudiante se muestra crítico en su muro con aquellos que rechazan la huelga educativa: “Se les debería caer la cara de vergüenza. No sólo estamos luchando por nuestros derechos, sino también por los suyos. Y además ¿Cómo pueden tener la semejante cara de decir eso, cuando hay muchas veces que faltan profesores por baja y están sin reponer a ese profesor durante semanas, como mínimo diez días?”.
Alcántara pide al PSOE que rechace la ley Wert no solo en las instituciones, sino también en las calles.