Adolfo Suárez Illana, hijo del expresidente del Gobierno fallecido el pasado 23 de marzo, está a la espera de la decisión que adopten los médicos para operarle de un carcinoma epidermoide de grado dos en el cuello que se ha «cogido a tiempo».
Así lo ha indicado a Efe Fermín Urbiola, portavoz de la familia Suárez, quien ha indicado que el hijo del expresidente del Gobierno está esperando el diagnóstico sobre su intervención quirúrgica.
«No es una decisión tomada«, ha indicado Urbiola quien ha insistido en que se está a la espera de lo que, con todos los informes sobre la mesa, decidan los médicos «próximamente».
Urbiola ha indicado que Suárez Illana lleva «varias semanas» haciéndose pruebas y que padece un carcinoma epidermoide de grado dos «en el cuello».
Aunque ha reconocido que «no es la mejor noticia», ha hecho hincapié en que el carcinoma «está cogido a tiempo». Ha explicado que está afrontando esta situación «con serenidad» y que, como católico que es, está transmitiéndola «a todos los suyos».
Urbiola ha recordado las palabras que Suárez Illana pronunció en la rueda de prensa en la que dio a conocer la proximidad del fallecimiento de su padre, cuando aseguró que, si se sabe buscar, puede incluso encontrarse «alegría» en la enfermedad.
«Como dice Adolfo, ahora está en manos de los médicos y en manos de Dios», ha añadido el portavoz de la familia, quien ha asegurado que cuando haya una novedad respecto a la posible intervención quirúrgica, se informará a los medios de comunicación.
El hijo de Suárez ha confirmado esta triste noticia afirmando:«Efectivamente, me ha tocado la lotería. Estoy entero, estoy bien, estoy fuerte, confiado y en manos de Dios y de los médicos para salir de ello». Además en palabras para este mismo periódico ha mostrado un gran optimismo: «El pronóstico es razonablemente bueno y tenemos una oportunidad fantástica para pelear».
Los Suárez-Illana, una familia tocada por el cáncer
Para los Suárez Illana no es la primera vez que tienen que enfrentarse cara a cara con esta terrible enfermedad. Amparo Illana, esposa del expresidente, falleció de un cáncer de mama en mayo de 2001, una dolencia que después sufrirían sus hijas, y que la primogénita Mariam no pudo superar.
En 1993, la hija mayor del expresidente, Mariam, fue tocada por un cáncer de mama. Tan solo un año después, la mujer de Suárez, Amparo Illana, sufriría la misma enfermedad lo que provocó que el ya expresidente estuviera junto a ella día y noche.
El verdadero varapalo llegaría siete años después. El 19 de mayo de 2001, su mujer fallecía de cáncer en su domicilio a los 66 años. Sin embargo su hija superaba el cáncer.
En marzo de 2004 y tras más de diez años de batalla contra el cáncer, Mariam Suárez fallecía en la clínica madrileña de La Luz, a los 41 años, como consecuencia de una «carcinomatosis meningea», rodeada por toda su familia y «lúcida hasta el último momento».
Llevaba once años luchando contra un cáncer de mama que le habían detectado cuando estaba embarazada de su segundo hijo, Fernando.
Mariam, de 29 años, decidió dar de lado el tratamiento al que tenía que someterse para salvar la vida de su hijo, que finalmente nació sano y salvo.
En un principio, los médicos le dieron una esperanza de vida de tres meses. Sin embargo, aguantó 11 años más tras haberse sometido a masectomías, tratamientos de quimioterapia y autotransplantes.
La misma Mariam escribió un libro: »Diagnóstico: cáncer, mi lucha por la vida», en el que con prólogo de su padre Adolfo Suárez, relataba su enfermedad a lo largo de 200 páginas. El libro se convirtió en el año 2000 en uno de los más vendidos y posteriormente publicó cuatro discos compactos donde narraba con su propia voz su lucha contra el cáncer.
La muerte de su hija mayor, su gran apoyo, hundió al expresidente. Su círculo más cercano destaca que el fallecimiento de Mariam le dejó derrotado. A partir de ese momento, el expresidente empezaría a perder facultades, que después fueron corroboradas al ser diagnosticado de Alzheimer.
En esa época su hermana fue atacada por la misma enfermedad. A Sonsoles, la hija pequeña del matrimonio, también le detectaron un tumor cancerígeno en una mama. A día de hoy se encuentra totalmente recuperada.
La tercera hija de Adolfo Suarez, Laura, también fue intervenida quirúrgicamente a causa de un cáncer de mama en 2012.