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A pesar de seguir viviendo en ciertos sectores los efectos de una crisis que no parece tener fin, existen algunos trabajos que parecen estar repuntando. Uno de ellos es el de las tareas de vigilancia y seguridad, sector del que hay cada vez más demanda. Por ello, si estás buscando una salida profesional de futuro o simplemente quieres contar con mayores opciones de las que tienes ahora mismo, es probable que te interese saber qué hace falta para ser vigilante.
Cómo convertirse en guardia de seguridad
Lo primero que se tiene que saber es que trabajar como vigilante no es algo que se pueda conseguir pasando una entrevista de trabajo. Algo natural, teniendo en cuenta que esta labor implica bastante más que estar dando vueltas por una instalación para comprobar que todo está correcto. Además, ciertos trabajos como el de vigilante de explosivos exige determinados conocimientos previos.
Por ello, quienes quieren ser guardias de seguridad tienen que superar unas pruebas a través de un curso. Curso que solo es válido si está homologado adecuadamente. Así que lo primero que tienes que hacer es asegurarte de que la formación en la que estás pensando se imparta por un centro que cuente con los permisos correspondientes y se ajuste a una serie de normas establecidas por la autoridad competente, en este caso el Ministerio del Interior.
El curso para convertirse en vigilante tiene una serie de horas establecidas. Algunas materias se pueden estudiar en casa, pero hay otras que obligatoriamente deben ser presenciales. Una vez aprobado el examen del curso, llega el momento de acceder a las pruebas oficiales.
Tener el diploma no te convierte en un profesional, porque se necesita un carnet otorgado por el Ministerio. Carnet que solo se puede conseguir tras superar determinadas pruebas, tanto teóricas como físicas.
Pruebas para conseguir el carnet de vigilante
Después de haber terminado con éxito el curso de guardia de seguridad, hay que esperar a que se convoquen las pruebas. Para poder acceder a ellas es imprescindible contar con el diploma correspondiente, así como un certificado médico que tenga carácter oficial. También hay una serie de condiciones que deben cumplirse, las cuales se reúnen en el pliego correspondiente a la convocatoria.
Si tienes todos los requisitos cumplidos y te presentas, la primera parte de las pruebas son prácticas. Estas se habrán preparado convenientemente durante el curso, que además de formación teórica cuenta con una parte física, en la que se aprenden técnicas de defensa personal, además de prácticas de tiro. En el examen no siempre se pide, pero no está de más porque con estas también se pueden preparar convocatorias a otros trabajos.
En las pruebas físicas se exigen unas marcas mínimas, que son diferentes en función de la edad y el sexo. Todo ello se explica con mayor detalle en el pliego de condiciones de la convocatoria, para que luego no haya malos entendidos.
Tras la parte práctica llega un segundo examen, que consiste en una prueba escrita con preguntas. Es necesario responder correctamente al menos a la mitad de ellas, aunque evidentemente cuantas más se aciertan mejor, porque después se hace la media entre las dos pruebas. Hay quienes superan con creces la parte física pero no la teórica y viceversa.
Cursos en línea
Como hemos comentado, una parte de los cursos se debe realizar de forma presencial. Esto supone que no existan cursos que se realicen completamente a distancia. Aunque la parte no presencial sí se puede realizar de este modo. Un curso vigilante de seguridad online siempre se complementará con preparación física.
Existen otros cursos en línea relacionados con la materia. Estos se dirigen a quienes ya tienen el diploma o incluso el carnet profesional, y complementan los conocimientos para acceder a otros puestos. También existen cursos de reciclaje para adaptarse a las nuevas normas, las cuales varían con el paso del tiempo.
De todos modos, la formación a distancia también debe ser impartida por un centro que tenga la homologación correspondiente. De lo contrario, no se podrá obtener un diploma o este no tendrá validez.
¿Qué salidas profesionales reales tiene esta formación?
En realidad, cuando hablamos de vigilantes y guardias de seguridad estamos hablando de un campo que tiene muchas facetas. Para todas ellas lo primero que hay que hacer es conseguir el diploma que sirve de base para la presentación a diversas convocatorias.
Algunos de los trabajos que se pueden desarrollar cuando tienes el carnet profesional son los de encargarte de la seguridad en empresas, bien como parte del personal de esta o a través de una agencia de servicios. También puedes trabajar como escolta privado, para lo cual deberás preparar las pruebas correspondientes, muy parecidas a las del carnet profesional que consigues tras el curso de vigilante.
Con formación adicional se amplía el abanico de posibilidades laborales. Por ejemplo, trabajar con perros, vigilancia en museos, operadores de centros de control de videovigilancia y centrales de alarmas, etc.
Por otra parte, un guardia de seguridad homologado puede trabajar como portero en locales y discotecas, un trabajo que hasta ahora no requería de titulación, pero que en determinadas comunidades autónomas se ha regulado y se exige este tipo de carnets profesionales. Y la lista puede ampliarse todavía más, ya que a partir de ahí se pueden preparar pruebas para trabajar en los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, por ejemplo.
En resumen, trabajar como guardia de seguridad no es algo que se puede conseguir simplemente acudiendo a una empresa y ofreciendo tus servicios. Los vigilantes deben ser gente preparada, que haya superado varias pruebas y dispongan de la titulación oficial que demuestra que saben hacer bien su trabajo. La diferencia entre un guardia de seguridad profesional y alguien que se limita a vigilar que no ocurra nada es bastante notable. Y para una empresa, es fundamental si no quiere acabar pagando las consecuencias.