Este lunes se cumplen dos años de la muerte del escritor, filósofo, semiólogo y ensayista Umberto Eco. El profesor falleció en Milán por causa de un cáncer que le perseguía desde hace años. A su espalda dejó un legado de incalculable valor para el mundo de las letras: ensayos sobre comunicación, lingüística y semiótica y una buena lista de notables novela que le han convertido en uno de los mejores escritores del siglo XX. Sin embargo nunca fue reconocido con el Nobel.
¿Qué han construido la leyenda Eco? Siempre preocupado por la deriva de la sociedad, la cultura y su relación con los medios de comunicación, transmitió sus reflexiones a sus novelas, que con prosa ligera e intrigante historia hacen que el lector se plantee grandes cuestiones sin apenas darse cuenta. Además, sus ensayos, complejos en el fondo pero sencillos de leer, trasladan interesantes cuestiones sobre las relaciones del mundo con la cultura de masas y el mundo de la comunicación y la forma en la que se construyen las figuras simbólicas de la sociedad.
Si quieres descubrir el universo Eco, aquí tienes cinco novelas y ensayos imprescindibles de uno de los grandes pensadores y escritores de la historia.
El nombre de la rosa
La novela que le valió un puesto privilegiado en el olimpo de los grandes novelistas. El nombre de la rosa (1980) le valió a Eco el aplauso unánime de crítica y público. Tal fue el éxito que sólo 6 años después Sean Connery protagonizaría la versión cinematográfica de la obra, consiguiendo el film disfrutar de gran consideración en el mundo del cine.
El nombre de la rosa es una novela histórico-policiaca ambientada en el turbio fanatismo religioso del siglo XV. Cuenta la historia del fray Guillermo de Baskerville y su pupilo Adso de Melk entorno a una serie de delitos y asesinatos en una abadía en las montañas. Una novela difícil, llena de citas y referencias que el lector puede obviar o no. Éxito popular y best-seller, es la gran novela de Eco.
El péndulo de Foucault
Publicada en 1988, esta novela cuenta la historia en primera persona de Casaubon y otros dos editores que juegan a inventarse una teoría conspiranóica sobre templarios. Algo que comienza como un juego y termina torciéndose cuando entra en juego un oscuro personaje.
Novela satírica contra lo esotérico y el ocultismo, supone una crítica a la analogía de lo esotérico: copiar un método ya creado y reproducirlo en otros supuestos para crear teorías nuevas, con explicaciones que se apoyen en otras analogías ya creadas. En resumen, una crítica mordaz a la superstición y las teorías de pacotilla sobre griales y Marías Magdalenas.
Número cero
De criticar lo esotérico Eco termina su vida literaria cargando contra el periodismo. Número cero (2015) cuenta la historia de un subdirector de redacción fracasado que, junto con su equipo, crean noticias que nunca publican pero que utilizan para chantajear a personajes importantes. Para Eco, en esta novela el periodismo no sirve para descubrir noticias sino para encubrirlas, siendo Internet un escenario perfecto para que la información importante se pierda en grandes titulares sobre temas poco importantes. Un complejo análisis de los medios italianos y sus estructuras de poder.
Apocalípticos e integrados
Siempre se dijo de Eco que era un autor de los del apocalipsis y esta novela explica por qué. ¿Destruirá la cultura de masas al hombre que hoy conocemos?
El italiano realiza una contraposición de argumentos entre los integristas, que minimizan las consecuencias de la masificación de la cultura, y los apocalípticos, que consideran que la cultura de masas desdibuja al hombre y su etnia y acaba convirtiéndolo en un producto cultural más. Un análisis profundo y extraordinariamente presentado de las consecuencias de la cultura pop, la simbolización constante, la pérdida de identidad sobre a industria cultural y las formas de control de las clases ricas sobre las pobres.
Obra abierta
Quizás su ensayo más importante, fue publicado en Italia el 1968. Permite una apertura total de la relación autor-lector: el primero deja su creación abierta y el lector puede reescribirla. Una metáfora de la epistemología, en la que el lector encuentra el sentido de forma activa. Sugiere así una crítica del sentido lineal para proponer un caos ordenado, una estructura en la estructura donde lector participa activamente. Una nueva forma en la que se relacionan artista y arte.