Hasta el próximo lunes vamos a tener que vestirnos como una cebolla. A primera hora de la mañana necesitaremos la bufanda y a partir de las doce de la mañana ya no sabremos donde guardarla. La previsión para los próximos días, según Eduardo Román, director de Sirimiri Meteo Consult, pasa por una bajada de temperaturas diurnas, pero sobre todo nocturnas.
Las primeras ciudades en notar que el tiempo primaveral de estos días ya se ha ido. El anticilón que hay a la altura de Portugal junto a la borrasca que hay en el centro de Europa generan un pasillo por el que se cuela el aire frío y hará que hasta el viernes las temperaturas diurnas bajen hasta siete grados en algunas zonas del norte. El centro también notará este cambio brusco de las temperaturas.
Las temperaturas previstas para Madrid este jueves son de mínimas entre 1 y 0 grados por la noche y máximas de unos 18 grados. Ya en el fin de semana por el día se verán los 20 grados.
En Valencia el fin de semana los termómetros verán los 20 grados también en el fin de semana pero el juves y el viernes las máximas estarán entre los 18 y 15 grados. Las mínimas serán de cinco grados.
En Sevilla toda la semana disfrutan de máximas de 20 grados, excepto el jueves y viernes que caerán unos grados. El sábado serán cuando alcancen los 22ºC. Las mínimas rondarán los ocho grados. El frente que entra por el norte y afectará al norte se notará menos en el sur.
Vitoria. que suele registrar las mínimas más bajas, ya sufren unas máximas de ocho grados y unas mínimas de hasta -2ºC. El fin de semana ls maximas subirán a 15ºC.
En general podemos hablar de tiempo estable en casi toda la Península con grandes oscilaciones entre las máximas y las mínimas. Es lo que se conoce como amplitud térmica. En algunas ciudades se alcanzarán hasta los 18 grados de diferencia entre el día y la noche, cuando lo normal suelen ser unos diez grados.
El paraguas por ahora no nos hará falta y según apuntan las previsiones los quince primeros día de marzo serán soleados por el día y fríos por la noche.
El aire frío que ha dejado el pasillo se ha quedado en la península estancado y es lo que origina que todavía no podamos colgar el abrigo.