El Mundo: Puigdemont proclamará la independencia de Cataluña en días
La democracia española vivió ayer sus horas más difíciles desde la Transición. Miles de personas trataron de desafiar la prohibición del referéndum unilateral en las calles de Cataluña; la policía actuó con contundencia para hacer cumplir la suspensión. «El referéndum que pretendía liquidar la Constitución no ha existido», afirmó Mariano Rajoy al final de la jornada para restar legitimidad a la movilización.
Tanto el líder del PSOE, Pedro Sánchez, como el de Ciudadanos, Albert Rivera, suscribieron en lo esencial ese punto de vista. El Gobierno abrió a Carles Puigdemont una ventana a la negociación, pero el presidente de la Generalitat respondió que está listo para proclamar, esta semana, la independencia de Cataluña.
A las 22.30 horas, todavía sin dar a conocer los resultados de la votación, Puigdemont hizo una comparecencia institucional en el Palau de la Generalitat en la que se felicitó por haber podido «celebrar el referéndum». Y añadió que está listo para «implementar» la Ley que amparaba la consulta, que está suspendida por el Tribunal Constitucional.
«En esta jornada de esperanza y sufrimiento, los ciudadanos nos hemos ganado el derecho a constituir un Estado independiente en forma de república. El Govern trasladará al Parlament los resultados para que actúe con lo previsto en la Ley del Referéndum», aseguró, flanqueado por todos los miembros del Govern.
El País: Un 90% de ‘síes’ con 2,2 millones de votos y una participación del 42%, según el Govern
La Generalitat ha presentado pasada la medianoche los resultados del referéndum suspendido por el Tribunal Constitucional. El portavoz del Govern, Jordi Turull, ha explicado que se han contabilizado 2.262.424 votos, sobre un censo de 5,343.358 personas (el 42%). Turull ha recordado las dificultades en que se ha realizado la votación y ha reivindicado la celebración del referéndum. La participación sería así inferior a la de la consulta del 9 de noviembre de 2014, en la que votaron 2,3 millones de personas. La abstención alcanzaría el 58% del total y sería mayoritaria, según las propias cifras de la Generalitat.
No se pueden sacar demasiadas conclusiones de estas cifras. El referéndum de este domingo carecía de garantías legales (hubo numerosos ejemplos de personas que votaron varias veces o sin control ni identificación) y el Govern no supo explicar el origen del censo (que no pudo ser revisado) ni el método usado para el recuento, que tampoco contó con garantías. Además, en 2014 el Estado no trató de impedir la votación, que entonces se presentó como no vinculante. Los partidos constitucionalistas pidieron en ambos casos ignorar la consulta.
La Vanguardia: Por qué la Policía sí y los Mossos no
No sólo no existió ninguna coordinación entre los Mossos d’Esquadra , la Guardia Civil y la Policía Nacional que ayer intentaron evitar la celebración del referéndum, sino que en algunos momentos de este violento y triste domingo se produjeron encontronazos y rifirrafes, más allá de las meras palabras, entre los propios policías de distintos uniformes.
La coordinación, el compañerismo, todo saltó por los aires. Los responsables de la Policía Nacional y la Guardia Civil acusaron a los mandos de los Mossos de haberse plegado a las directrices de los políticos y de haberse cruzado de brazos permitiendo la votación. Los antidisturbios, llegados de todos los rincones de España, actuaron y protagonizaron violentas cargas en las que las personas con las que se enfrentaron respondieron levantando las manos y exigiendo a gritos “queremos votar”.
El Confidencial: El 1-O deja tocado al Gobierno para afrontar la grave fractura institucional
El 1-O ha provocado una profunda fractura institucional y una enorme brecha dentro y fuera de Cataluña y acerca la política española al abismo, con el Gobierno de Mariano Rajoy mucho más débil para afrontar esa situación. Probablemente, empieza hoy una nueva e incierta etapa en la democracia constitucional que se inició en 1978. Del referéndum ilegal no salió un resultado homologable, como pretendían inicialmente los líderes soberanistas, como punto de apoyo para un proceso de independencia.
Pero fue una enorme movilización social ciudadana en Cataluña, aunque no se cumplieran las exigencias legales para un referéndum vinculante de tanta trascendencia. Y de la jornada sale la impresión de fracaso del Estado y sale Mariano Rajoy debilitado por la gestión del conflicto, desde la falta de acción política previa al coste político de las medidas policiales para evitar el transcurso de la jornada electoral.