Francisco Javier Guerrero comienza a tirar de la manta para poner luz al escándalo de los EREs fraudulentos de Mercasevilla. Guerreo es el principal imputado en la trama de los EREs fraudulentos en la Junta de Andalucía.
El periódico ‘ABC’ recoge las declaraciones de Guerrero a la Guardia Civil en las que indica que la Junta de Andalucía destruyó documentos tras salir a la luz el escándalo de los ERE fraudulentos.
Guerrero fue el director de trabajo del Gobierno andaluz durante nueve años. En esta declaración, según señala el diario, Guerrero afirma que tras su salida de la junta varios funcionarios que no identificó destruyeron documentos después de que surgiera el escándalo de los EREs fraudulentos de Mercasevilla.
Además el ex consejero ha situado a varios ex consejeros en el eje de la trama. Entre ellos estaría Gaspar Zarrias, mano derecha de Manuel Chaves, y Ramón Diaz hoy diputado del PSOE.
El diario se hace eco de las declaraciones de Guerrero y cuenta que el ex director de trabajo de la Junta explicó que un despacho de abogados les había asesorado para evitar conflictos con los trabajadores en Andalucía. En cuanto a la adjudicación, Guerrero señaló que “debía ser conocida por el Consejo de Gobierno” y apuntó que esa herramienta que regulaba las subvenciones era una figura conocida por los sucesivos consejeros de Empleo.
‘ABC’ explica que Guerrero confesó que cada lunes los directivos exponían en el Consejo de Dirección la gestión de las ayudas que repartían y que en algunos casos eran despachadas personalmente con el consejero.
El ex director de Trabajo también tuvo palabras para la aseguradora Vitalia. El diario ABC explica que la Junta trabajó con Vitalia porque era la única que quería trabajar con ellos, eso sí con una comisión del 16,9%. En sus declaraciones Guerrero dice el mediador de esta aseguradora era el sindicalista de UGT Juan Lanzas. Antes de finalizar su declaración, Guerreo destaca que Juan Lanzas que era una persona que ayudaba a todo el que se lo pedía y señala que lo que hicieron estaba mal hecho pero lo justifica diciendo que no había controles de ningún tipo.