Fernándo Savater, habla muy claro: 'Persuadir, no intimidar'. Con estas palabras hace alusión al fenómeno escrache. "Un cosa es informar y pedir a los políticos e incluso hacerse oir y otra es hostigar y perseguir porque los políticos están obligados a escuchar pero no a obedecer".
Escritor y filólogo no acepta este tipo de métodos que echando la vista atrás ya hemos vivido: "En el País Vasco hemos soportado amenzas en domicilios y contra las personas".
"Todos hemos tenido ideas y hay que aceptar la democracia. Hay que argumentar, insistir e inventar formas nuevas pero lo que no se puede consentir es el 'sino me hacen caso voy a armarla'", recocnoce.
Savater reconoce que efectivamente, "a veces hay que armar un poco de jaleo porque sino los políticos no hacen caso, que la gente salga a la calle está bien", asegura pero todo dentro de un orden.
También piensa en la familia del político acosado quien también se vería afectado por es escrache.