España forma junto con Hungría, Croacia y Bulgaria el grupo de países de la Unión Europea que no dan segundas oportunidades a los empresarios. Estos cuatro países carecen de leyes específicas que impidan que si un empresario monta un negocio y fracasa, no se ahogue en un mar de deudas.
El resto de países de la Unión Europea cuentan con leyes que garantizan un »nuevo comienzo» sin acabar con la cultura de pago del país y sin poner en peligro la estabilidad financiera.
El último informe del Fondo Monetario Internacional recomienda a España estudiar a fondo la alternativa del »nuevo comienzo», es decir, perdonar deudas a los empresarios que fracasan, siempre y cuando si, pasado un tiempo, demuestran su buena fe.
Este tipo de leyes solo benefician a los deudores que intentan pagar su deuda al máximo de sus posibilidades y si su buena fe es monitorizada y demostrada. Por ejemplo, si valora si el deudor ha renunciado a sus bienes, como, por ejemplo, su casa.
Sobre el periodo de tiempo que considera razonable para aplicar este perdón, cita a Alemania, donde es de siete años.
El FMI advierte que obligar al empresario a rendir cuentas durante toda su vida puede ser más caro que perdonarle una parte de la deuda que, quizá, nunca devuelva.
España debe considerar muy seriamente este tipo de leyes que, según el FMI, alentarían la inciativa empresarial (que estaría más dispuesto a iniciar nuevos negocios), preservarían el capital humano (su capacidad productiva se mantendría activa) y animaría a la participación en la economía (los deudores tendrían menos incentivos para esconder su capital).