El año 2003, las autoridades de Estados Unidos, Reino Unido y Corea del Sur alertaban a sus ciudadanos de una estafa que utilizaba como excusa la Lotería de Navidad española. Las personas afectadas por este timo recibían en su casa una carta en donde se le comunicaba que habían sido ganadores de un premio pero para recibir el importe, el afortunado debía enviar una cantidad de dinero para los costes de impuestos.
A la hora de burlar al tramposo que hace un timo hay una serie de normas que se deben cumplir a raja tabla para no caer en el juego sucio de los estafadores.
1. No hable de negocios con desconocidos.
2. Nunca saque dinero de su banco a requerimiento de desconocidos, aunque le ofrezcan, aparentemente, un gran negocio. No pague ninguna cantidad.
3. No olvide que en la mayoría de los timos intervienen dos o más delincuentes perfectamente concertados, pero aparentando desconocerse mutuamente (el tonto y el listo).
4. En cualquier clase de contrato o documento mercantil que le ofrezcan a la firma, lea la letra menuda y observe atentamente todo lo relacionado con la fecha, cantidades, sello y firma.
5. No responda a envíos de cartas o mensajes de correo electrónico que anuncien que ha sido agraciado con un cuantioso premio en un sorteo en el que no ha participado.
6. No envíe ni entregue copia de sus documentos de identidad.
7. No facilite datos de sus cuentas bancarias o tarjetas de crédito. Sepa que sus datos de identidad pueden ser utilizados por los delincuentes para cometer delitos en su nombre, para acceder a sus cuentas bancarias o para abrir líneas de crédito a nombre suyo.
Los timos a los ancianos
Un revisor del gas concertará siempre una previa por teléfono y nunca le cobrará en metálico. El cargo se hace posteriormente sobre la factura.
No lleve objetos de valor a la vista.
No se agarre al bolso. Es preferible que se lo lleven a acabar tirado en el suelo. Llevarlo cruzado o escondido bajo la ropa.
Cancele las cuentas de tarjetas de crédito o bancarias que no use.
No comparta información personal por teléfono.
No conteste a una oferta que no entienda.
Cuidado al abrir la puerta, no lo haga si desconfía.
No se fíe de las ofertas que ofrecen un jugoso regalo.
No proporcione a nadie su número de cuenta o los digitos de su tarjeta de crédito.
Todos los acuerdos y contratos deben estar por escrito.
No pague por adelantado por un servicio.
Evite realizar grandes operaciones en el banco, pida a una persona de confianza que le acompañe.
Pierda el miedo y la vergüenza a reconocerse víctima de una estafa. La Policía afirma que ese es el principal obstáculo con el que se encuentran porque muchos ancianos se sienten avergonzados tras haber sido estafados. Recuerdan que sin denuncia no es posible iniciar ninguna investigación.
Atrévase a decir “no me interesa”, cuando reciba una llamada o una visita sospechosa. Con frecuencia, los timadores se aprovechan de la indefensión de los ancianos para presionarles hasta que consiguen su objetivo.
Alerte de inmediato al 092.