Cientos de inmigrantes de origen subsahariano protagonizan esta madrugada un nuevo intento de entrada masivo a Melilla, con al menos un centenar de ellos directamente encaramados a la valla fronteriza con Marruecos.
Según han informado a Efe fuentes policiales, la tentativa se ha producido por la zona conocida como Villa Pilar, muy próxima al aeropuerto, donde hay un fuerte despliegue policial a ambos lados del vallado.
Pese a la presencia de agentes en la zona marroquí, decenas de subsaharianos han conseguido llegar a la valla y, al menos, ochenta de ellos se han encaramado a ella y, por el momento, se desconoce si alguno ha conseguido acceder a la ciudad. Tras 16 horas allí arriba finalmente todos han descendido.
Los inmigrantes se han aproximado a la valla al grito de «bosa, bosa» («libertad, libertad»), según ha podido constatar Efe desde un lugar próximo al lugar.
Desde la zona comprendida entre la primera y la segunda verja, algunos han reclamado la presencia de la Policía y de la prensa.
La zona permanece cortada al tráfico, por lo que no se puede circular por la carretera de circunvalación, que discurre paralela al perímetro.
Melilla registró ayer tres intentos de entrada, protagonizados por unos 750 subsaharianos, de los que alrededor de 80 consiguieron finalmente acceder a la ciudad.
Al menos cinco han conseguido entrar en Melilla
Al menos cinco inmigrantes han accedido a Melilla durante el intento de salto, todos ellos heridos por los que se les permitió el acceso «por razones humanitarias».
Según han informado fuentes sanitarias, cuatro de los cinco »sin papeles» trasladados por Cruz Roja al Hospital Comarcal después del intento registrado sobre las 05.00 horas ya están en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) al no revestir gravedad sus heridas, mientras un quinto sigue aún en el centro hospitalario «en observación».
Las citadas fuentes han apuntado que a todos los »sin papeles» que están llegando a la ciudad española se les están realizando análisis médicos para descartar que sufren enfermedades infecciosas, entre ellas el virus del Ébola, y hasta el momento todas han dado negativo.
En cualquier caso, han subrayado que es muy difícil que un enfermo del ébola pueda llegar a Melilla porque para la ruta que escogen los inmigrantes para alcanzar a esta ciudad, requiere de varias semanas que les haría imposible llegar con vida, ya que la media del periodo de incubación es de 21 días. «Para llegar aquí necesitan semanas por no decir meses por lo que, si tienen el ébola, morirían por el camino» han admitido.
16 horas
Por otro lado, 25 inmigrantes de esta avalancha han aguantado desde las 05.00 horas en lo alto de la valla a la altura de Villa Pilar, cerca del aeropuerto de Melilla, se han negado a bajar hasta después de 16 horas. Ni el fuerte calor que se registra este miércoles en la ciudad autónoma los ha disuadido.
Agentes de la Guardia Civil provistos con mascarillas han subido en escaleras para intentar convencerles de que desistan de su actitud y al menos un par de ellos han aceptado. De estos se ha hecho cargo la policía marroquí, a diferencia de lo que ocurrió el martes, en el que unos 50 subsaharianos que resistieron en lo alto la alambrada, lograron finalmente que se les dejara pasar a Melilla.
Frente a lo sucedido ayer, este miércoles parece que se aplicará el mismo criterio de anteriores ocasiones, donde a los subsaharianos subidos a la valla se les hace desistir de su actitud y se les exige que bajen porque no se considera que hayan pasado a territorio nacional «al no superar las vallas», por lo que se hacen cargo de ellos los policías marroquíes.
El CETI «está sobrepasado»
El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla acoge en la actualidad a más de 1.200 personas, cuando su capacidad máxima es de 480, según declaró este miércoles a Servimedia el portavoz de Cruz Roja en la ciudad autónoma, Enrique Roldán, quien aseguró que el centro está “sobrepasado».
Con todo, agregó, la situación “hoy es mejor que hace dos meses, cuando nos acercábamos a las 2.500 personas”.
Esta mañana, tras el salto de la verja acaecido en torno a las 5 de la madrugada, un hombre subsahariano consiguió llegar por su propio pie al CETI, mientras que otros cuatro lo hicieron después de ser ingresados con cortes y golpes leves y posteriormente dados de alta. Una quinta persona permanece hospitalizada, posiblemente a causa de una fractura.
Además, a mediodía había cerca de 90 subsaharianos que permanecían encaramados a la valla, con “los que no sabemos qué va a pasar”, manifestó.
Los pabellones deportivos de Tarifa, desbordados
Los más de 900 inmigrantes subsaharianos que fueron rescatados ayer en aguas del Estrecho de Gibraltar han pasado la noche repartidos en los dos polideportivos de Tarifa (Cádiz), atendidos por casi un centenar de miembros de la Cruz Roja.
En el antiguo polideportivo de la localidad, muy próximo al puerto y al cuartel de la Guardia Civil, han pasado la noche 445 inmigrantes, entre ellos los 24 menores que fueron rescatados ayer, y el resto lo han hecho en el nuevo pabellón, han dicho a Efe fuentes de la Cruz Roja.
El polideportivo antiguo ha sido dividido en tres partes, dos de ellas destinadas a los hombres y una tercera a las mujeres y los niños.
Entre las mantas con las que han pasado la noche se podían ver esta mañana numerosos juguetes, peluches y prendas de vestir infantiles, mientras que algunas de las mujeres vestían ropa que les había facilitado la Cruz Roja.
En este pabellón la Cruz Roja cuenta con un depósito de alimentos, agua mineral, leche y biberones y los inmigrantes han pasado su primera noche bien atendidos y en unas condiciones higiénicas aceptables.