En Barbate (22.912 habitantes Cádiz) el dicho es “o lo matamos todos o él solito se murió”. “Hace 30 años éramos la guinda de la costa gaditana y ahora la pregunta es qué hacemos para subsistir”, se lamenta Alfonso Reyes, patrón de la cofradía de pescadores de Barbate, un sector que se siente maltratado por la legislación europea y la competencia y que se considera el corazón del municipio.
La intensidad cromática de su costa parece renegar de calles que languidecen por el hastío, el complejo y el empobrecimiento. El Ayuntamiento de Barbate es uno de los 100 municipios que quieren ser rescatados por el Gobierno para evitar que los números rojos les lleven a la ruina.
Con una tasa de paro cercana al 40% -4.800 parados- una deuda por habitante de 2.400 euros y una pesca a medio gas mientras mira a Marruecos, el pueblo se pregunta todavía incrédulo cómo ha llegado hasta aquí. “Teníamos seis fábricas de conservas, salas de cine y teatro, una flota de 200 barcos. A hora la gente no sabe qué hacer para no marcharse”, sostiene el pescador Alfonso, de 59 años y padre de dos hijos. La flota pesquera se declaró en quiebra tras la prohibición de faenar en aguas de Marruecos. Ahora los pescadores confían en que el nuevo convenio con Rabat se haga efectivo en enero.
El Consistorio, gobernado por el PSOE, ha pedido el rescate del Ministerio de Hacienda, pero tendrá que esperar por “problemas burocráticos”.
El alcalde de Barbate, Rafael Quirós, explica que Hacienda le ha pedido más documentación sobre las cuentas y les ha dado unas semanas de plazo para entregarlo. Este plan especial consiste en que Hacienda estrecha la vigilancia sobre la gestión presupuestaria, revisará las cuentas y corregirá lo que no está bien elaborado. No obstante, de los 113 municipios que han recurrido a la intervención estatal, diez han sido excluidos por no pagar los intereses de los anteriores pagos a proveedores y mantener deudas con el Estado. Barbate acumula una deuda con la Seguridad Social de 55 millones de euros, según el alcalde. Pero el Ayuntamiento insiste en que se ha paralizado el plan por temas de papeleo.
No pagaba la Seguridad la Social por insumisión
“Nos reuniremos con Montoro para hablar de quitas y de cómo reducir los intereses. Ahora nos retienen cada mes 340.000 euros y estamos atados. Y desde luego, no nos pueden quitar la autonomía. Si vamos a quedar peor con el rescate, nos quedaremos como estamos”, expone Quirós.
El Ayuntamiento de Barbate nunca ha pagado la Seguridad Social de los empleados municipales en democracia. “Se endeudó por la insumisión del alcalde Serafín Núñez”, asegura Rafael Quirós, que añade que “si cualquiera persona hubiera dejado de pagar en su negocio, en una farmacia por ejemplo, ya estaría en el talego”.
El resultado de esa insumisión no solo es la deuda galopante de 55 millones de euros, sino que el Consistorio está maniatado, porque no puede beneficiarse de subvenciones estatales ni tampoco participar en el reparto de los impuestos del Estado, y además cada mes el Estado les retiene 340.000 euros por la deuda. Se cortan vías de financiación en un municipio que vive en un 80% de la pesca y donde «el paro es un problema estructural».
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¿De qué viven? “Tenemos imaginación y vivimos al día”, señala Olga María González, delegada de comunicación y asuntos sociales del Ayuntamiento.
“Acabamos de abonar las nóminas de septiembre y octubre, pero no sé cómo pagaré las de diciembre”, confiesa el alcalde, que señala que la Diputación les da anticipos y ayudas, toman decisiones en impuestos –la oposición critica que han subido demasiado el IBI y las tasas municipales- y que renegocian con proveedores, a los que abonará ahora 1,5 millones con la ayuda del Gobierno.
El alcalde admite que las trampas son la pescadilla que se muerde a la cola; suben los intereses de la deuda y si no pagan, el agujero será mayor. Pero Rafael Quirós lo tiene claro: “Antes pago la nómina de los empleados que la deuda».
Una multa de 3,5 millones por no pagar la basura
A los problemas de la deuda, se suma el pago de multas por el impago de servicios. “Hemos tenido que pagar 3,5 millones de euros de sanción porque no se abonaba el servicio de basura”, señala Rafael Quirós, que llegó a la Alcaldía en 2007. El regidor, que ha sido imputado en casos por prevaricación, defiende que a pesar de la escasez en las cuentas, toman medidas para generar la actividad económica, como talleres de empleo.
El PP, en boca de su portavoz José Manuel Martínez, denuncia en cambio que el pueblo está abandonado, que las cuentas no están claras y que con “22 millones de presupuesto se podrían hacer cosas”.
Los vecinos también recriminan al Ayuntamiento que hace poco ante un pueblo deprimido. José Antonio Mármol, presidente del colectivo Costa Azul para la pedanía de Los Caños y Zahora, recuerda que 2.000 vecinos viven todavía sin alcantarillado, con pozos y depósitos privados porque no hay red de aguas, al igual que un colegio público donde un camión cisterna hace las veces del aljibe. “No ganamos para botellas de agua”, se queja.
El alcalde: «El tiempo de las motos y la droga es historia»
Barbate también lucha contra el estigma. “El tiempo de las motos y la droga es historia”, zanja el alcalde. Alfonso Reyes, patrón de la cofradía de pescadores, no se atreve a hacer tal afirmación: “Hemos tenido droga como todos los puertos de mar y ahora… es que el hambre es muy mala”. Alfonso sugiere que muchos de los problemas han venido “de los despachos”.
Pese a la decadencia del pueblo, se agarra a que la pesca en Marruecos será un asidero. El ánimo ha decaído, “como en toda España”, dice el alcalde, que recuerda: “Seguimos con un buen tiempo, con este sol”. El patrón de los pescadores dice que si en enero vuelven a faenar en las costas marroquíes, brindará «el Gordo» con “sardina, boquerón, la caballa y, por supuesto, el atún almadraba”.