El Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales se incautó en 2013 de 10,3 millones de cajetillas de tabaco, un 18,6% más que el año anterior cuando se sustrajeron 8,7 millones, según los últimos datos de la Agencia Tributaria.
Del total de las cajetillas de tabaco de contrabando sustraídas el año pasado, más de 6,7 millones se correspondieron con incautaciones por denuncias de delito de contrabando, un 5,4% más que en 2012.
Las cajetillas incautadas por infracciones sumaron casi 3,6 millones de unidades, un 55,5% más que en 2012. El grueso de estas infracciones fue registrado en el Campo de Gibraltar con un 56,15%.
De los 10,3 millones de cajetillas incautadas, solo 1,5 millones se correspondían con falsificaciones.
La mayor incidencia del contrabando a pequeña escala fue realizada a través de envíos postales, tanto por vía aérea como a través de la introducción de tabaco de territorios con baja fiscalidad, como Gibraltar.
Las incautaciones de cigarrillos en 2013, se incrementaron en la Línea de la Concepción en un 54% con respecto a 2012, mientras que el número de exportaciones desde ese territorio a Gibraltar disminuyó en un 37%.
Desde 2012, la Agencia Tributaria se ha enfrentado a dos tipologías de fraude que suponen una novedad en el fenómeno del contrabando de tabaco en España. Durante ese año se desmanteló, por primera vez en España una fábrica ilegal de cigarrillos en las instalaciones de Coslada (Madrid), donde se preparaba la hoja del tabaco, y en Guadalajara, lugar en el que elaboraban los cigarrillos y se empaquetaban con capacidad para 1,5 millones de cajetillas al mes.
En 2012, también se logró evitar el alijo clandestino de un gran cargamento de tabaco de contrabando que se pretendía introducir en España por vía marítima, fórmula abandonada por las organizaciones criminales desde los años noventa.
El destino del contrabando de tabaco que llega a España también está cambiando. Mientras que en 2010 más del 80% de las aprehensiones tenían su destino en otros países de la UE y su consumo dentro de las fronteras españolas era residual, a día de hoy la mayor parte del tabaco ilegal que entra en España se queda en el país, destinándose a consumo nacional.
Con estas operaciones la Agencia Tributaria evitó un fraude de más de 35 millones de euros que se completó con la detención de 145 personas y la denuncia de 81 presuntos delitos de contrabando.