En el mismo día en el que dos mujeres morían por violencia de género, se presenta una macroencuesta que pone los pelos de punta. Un 12,5% de las mujeres de más de 16 años que viven en España ha sido maltratada por su pareja o expareja. Además, el 13 por ciento de las mujeres dice sentir miedo a sus parejas o exparejas a lo largo de su vida. Las mujeres jóvenes o con discapacidad son más vulnerables.
Estos son algunos de los datos de la »Macroencuesta de Violencia contra la mujer 2015» presentados este lunes en Madrid por el ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Alfonso Alonso, y la delegada del Gobierno para la Violencia de Género, Blanca Hernández.
La encuesta también muestra que el 77,6% de las maltratadas consiguió abandonar la violencia, cinco puntos más que en 2011 (casi 72,5%). Una nueva pregunta incorporada a la macroencuesta refleja que el 67,4% de las encuestadas rompieron su relación como consecuencia de los malos tratos.
Entre otras cuestiones, el estudio, realizado a través de entrevistas a más de 10.000 mujeres, habla de «violencia económica» entre la tipología de daños que sufren estas víctimas, pues se dan casos de mujeres a las que no se les permite tener dinero para gastos del hogar, tomar decisiones sobre la economía familiar o trabajar fuera de casa. En cifras, el 10,8% padeció este maltrato a lo largo de la vida y el 2,5% en el ultimo año.
Además de la económica, las preguntas han diferenciado, por recomendación de los organismos internacionales, otras violencias: el 25,4% de las mujeres ha padecido violencia psicológica o de control, frente al 21,9% de quienes sufrieron violencia emocional.
El 10,3% de las mujeres españolas dicen haber sufrido maltratos físicos, frente a 20% de la UE, mientras que en cuanto a agresiones sexuales España se sitúa un punto por encima (8,1% frente al 7%). Las mujeres españolas tienen una prevalencia del 25,4% en cuanto a psicología de control por parte del maltratador, cifra que en la UE llega al 35%.
En casi ocho de cada diez casos la víctima informó a la policía del maltrato
Acerca de los medios a los que recurren las mujeres maltratadas para denunciar, remarcar que las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado han tenido conocimiento del maltrato en el 26,8% de los casos. En el 78% de estos, fue la propia víctima la que informó a la policía o a la guardia civil, en tanto que otro 20% corresponde a la iniciativa de otra persona familiar o allegada. Como dato añadido: el 56,2% está muy o bastante satisfecha con la atención dispensada.
La macroencuesta recoge las razones que aducen las mujeres entrevistadas para no ir a la policía o al juzgado, y son, por este orden: no conceder suficiente importancia al maltrato (44,6%), el miedo (26,5%) y la vergüenza o no querer que se sepa (21%).
Por otro lado, el 45% de las mujeres que han sufrido violencia física y/o sexual, o miedo, ha recurrido a un servicio médico, legal o social para pedir ayuda. De estos, el 29,2% ha acudido a su psicólogo y el 22,3% a un centro médico; el 15,9% a asesoría legal y 13,1% a los servicios sociales. Son los centros médicos o de salud los que atraen la mayor satisfacción por la atención dada: un 80,5% señalan que están muy o bastante satisfechas por ello.
Las mujeres prefiere ayuda psicológica a ayuda económica
Cuando a las mujeres que sufren o han sufrido malos tratos se les pregunta por el tipo de ayuda que más les gustaría, el 70% de las encuestadas precisan que ayuda psicológica, el 45% cita las ayudas económicas y el 34,4%, apoyo jurídico.
Las amigas son las primeras a las que acuden son las amigas, antes que las madres
También ha indagado la macroencuesta en la relación que una mujer maltratada establece con su entorno más cercano, y así, como indicador general cabe recalcar que el 81% de las víctimas, y de quienes han sentido miedo de su pareja o expareja, ha podido contar con alguien para transmitir su situación.
Desgranando este aspecto, aparece en el estudio que el 54,7% se lo dice a una amiga, el 40% a su madre, el 32,2% a su hermana y el 20% a su padre. El consejo dado con mayor frecuencia, una vez relatada la coyuntura de violencia de género, es el de abandonar la relación.
La mayoría aconseja a las víctimas que dejen las relación
Dentro de este parámetro, puntualizar que en el 80,7% de los casos en los que la víctima cuenta su situación a un familiar, el consejo consiste en poner fin a la relación; así se pronuncian también las amigas (84,6% de los casos) y las vecinas o compañeras de trabajo (88,5%).
Sin embargo, cuando la macroencuesta aborda la respuesta de los familiares de la pareja o expareja maltratadora, los porcentajes descienden de modo considerable: un 44,1% de estos recomiendan a la víctima que termine la relación. Es reseñable un dato: el 13,3% de las encuestadas han declarado por primera vez que sufren malos tratos a la entrevistadora de este estudio.
Un 7,6% de las maltratadas sufre lesiones graves
El 42% de las mujeres que han sufrido violencia física y/o sexual, o miedo, ha tenido lesiones como consecuencia de los malos tratos; se trata del 6,5% de la población femenina residente en España de 16 y más años. La media europea al respecto se sitúa en el 54%. De ese 42%, el 34,4% corresponde a lesiones moderadas, sean rasguños, moratones o cortes, y el 7,6% de los casos tienen que ver con lesiones graves, como esguinces, luxaciones, quemaduras, heridas profundas, fracturas, dientes rotos o lesiones internas.
Asimismo, las mujeres maltratadas tienen una percepción de su salud mucho peor que aquellas mujeres que no han padecido violencia. Este deterioro de su estado se traduce en que un 55,9% de las víctimas dicen que su salud es buena o muy buena, un 30,9% afirma que regular y un 13,2% que es malo o muy malo. Si se repara en las mujeres que no han sufrido malos tratos, el 67% opina que es bueno o muy bueno, mientras que el 24,4 manifiesta que regular y sólo un 8,5% que es malo o muy malo.
Un 53% sufre angustia, un 45,7% irritabilidad y un 43% tiene ganas de llorar
La angustia, las ganas de llorar sin motivo y la irritabilidad son algunos de los síntomas más comunes en las víctimas de la violencia de género. Un 53% de las encuestadas cita la angustia, un 45,7% menciona la irritabilidad y un 43,3%, las ganas de llorar. Siempre, estos síntomas afectan en mayor medida a las mujeres que han padecido la violencia de género que a las que no la han sufrido.
Seis de cada diez hijos son conscientes de los malos tratos y seis de cada diez menores los sufren
Una de las constataciones de la macroencuesta es la incidencia directa que la violencia de género tiene en los menores. El 63,6% de las mujeres entrevistadas afirman que sus hijos o hijas presenciaron o escucharon episodios de malos tratos, y de éstas, un 92,5% asegura que tenían menos de 18 años cuando se produjeron los hechos. Dentro de este porcentaje superior al 90%, sobresale un dato: el 64,2% de las mujeres víctimas que tenían hijos menores de 18 años manifiestan que los malos tratos también se cometieron sobre ellos.
Las discapacitadas son más vulnerables
La macroencuesta concreta que las mujeres con alguna clase de discapacidad padecen la violencia más que el conjunto de la población femenina. Mientras las mujeres sin certificado de discapacidad que sufren malos tratos, o miedo de su pareja o expareja, representan el 15,1%, este número se eleva al 23,3% en el caso de las mujeres con el certificado que acredita que poseen una discapacidad superior al 33%.
Por ello, Alonso calificó de «cobarde» cuando la violencia contra las mujeres se ceba con los colectivos más vulnerables. Estos colectivos son también las chicas jóvenes, como mostraron estudios recientes impulsados desde Sanidad, que contemplaban el control de las mujeres jóvenes por parte de sus parejas y el ciberacoso.
De hecho, los datos presentados este lunes afirman que el 21,1% de las mujeres de entre 16 y 24 años que residen en España y que han tenido pareja, ha sufrido violencia de control en el último año; mientras que las mujeres de cualquier edad que han estado en esa situación en el mismo periodo es del 9,6%.
«Cuanto más vulnerable es una mujer, más en riesgo está de sufrir la violencia de género», dijo, subrayando la necesidad de centrar las políticas públicas en esas mujeres.
Aunque aprecia avances en la ruptura del silencio, el ministro reconoció que «no estamos al nivel donde deberíamos estar», pues son «pocas» las mujeres que deciden poner la denuncia. «Hemos de insistir mucho en arropar y fortalecer a las víctimas para que den el paso», insistió. También recordó que «hay una prevalencia de la violencia que nos debe seguir preocupando», por lo que llamó a emprender «políticas públicas que funcionen».
Por su parte, Blanca Hernández insistió en que «va en aumento» el porcentaje de mujeres que logran salir del maltrato, aunque hizo hincapié en los motivos para no romper el silencio, que son «no conceder importancia, el miedo y la vergüenza». Asimismo, la delegada destacó que el 63% de las mujeres que han sufrido violencia y tenían hijos en el momento en el que se produjeron los episodios es del 63,6%.
En 2014, al menos, han muerto menos mujeres que en 2011
Los datos de la última Macroencuesta de Violencia contra la Mujer se publicaron en diciembre de 2011, cuando el gobierno de Zapatero ultimaba el relevo en La Moncloa tras el éxito electoral de Rajoy. Entonces, las estadísticas oficiales mostraban que casi 600.000 mujeres reconocían haber sufrido maltrato en ese año. La macroencuesta presentada por el gobierno de Rajoy no extrapola lo datos al conjunto de la población, pues, según dijo la delegada, se trata de un «avance» de datos.
Además, el trabajo de 2011 reflejaba que 840.000 menores estuvieron expuestos a la violencia de género y 517.000 niños sufrieron agresiones físicas directas dentro de un contexto de violencia de género. En 2011, fecha de la última macroencuesta, murieron 61 mujeres por malos tratos, frente a las 54 fallecidas en 2014, la segunda mejor cifra de la década. En lo que va de año se contabilizan 6 víctimas mortales, más otros dos casos que están en estudio. Una decena de menores han quedado huérfanos en este 2015 por esta lacra, según datos del Ministerio de Sanidad.