Comenzaron con 30.000 euros, 10.000 que obtuvieron de la venta de sus respectivos coches y 20.000 de un préstamo concedido por Avalmadrid. Ocho años más tarde, la firma española El Ganso ha facturado 26 millones de euros en 2012 y espera incrementar la cifra hasta los 33 en 2013.
Clemente y Álvaro Cebrián son los creadores de un estilo que surgió durante sus viajes a Londres, en verano para aprender inglés, donde trabajaban en lo que iba surgiendo. “Vimos que había un hueco de mercado, un tipo de ropa que en España no existía, entonces empezamos a darle vueltas a la idea, pero al regresar no teníamos capacidad económica para lanzar el proyecto por lo que lo dejamos un poco en el aire y lo retomamos en 2003, más en serio”, apunta Clemente, madrileño nacido en 1974, que durante un año y medio estuvo compaginando El Ganso con su trabajo en Telefónica Móviles. Licenciados en Empresariales en Cunef, Álvaro trabajaba de gerente en una cadena de accesorios que tuvo que abandonar para dedicar todos sus esfuerzos al proyecto.
“Al principio Álvaro y yo hacíamos de todo. Empezamos creando un tipo de camisas de hombre que resultaron un completo desastre. Eran de cuadros y al lavarlas desteñían. Nuestro gran cambio llegó cuando dimos con unas zapatillas de punta asimétrica y abrimos la tienda en Fuencarral en 2006”, indica Clemente.
En la actualidad El Ganso cuenta con doscientos empleados y ya tiene abiertas en torno a 50 tiendas, la mayoría en España, pero también en Francia, Inglaterra, Portugal y Chile. El objetivo a corto plazo es asentar la marca en nuestro país y expandirse en las ciudades en las que aún no están presentes. “Ahora vamos a abrir en Castellana 200, un centro comercial que está llegando a Plaza de Castilla, en Madrid, en Pamplona, Gijón y quizá Vigo. También queremos focalizarnos en el exterior. Tendremos una segunda tienda en Londres, en Covent Garden, hemos abierto la tercera en París y quizá vayamos a por una cuarta, y queremos entrar en México”, afirma Clemente.