Muchos jóvenes titulados de todo el mundo desearían ampliar sus estudios en centros de renombre internacional como el MIT, Harvard, Stanford, Columbia, Wharton, Chicago, la Universidad de California, o muchas otras en Estados Unidos; o en Europa, en las británicas Oxford o Cambridge, el IMD suizo, la francesa Insead o la británica London School of Economics, entre otros.
Pero estudiar en estas prestigiosas universidades o escuelas de negocios no es sencillo ni barato para un español. Este tipo de centros suelen recibir al menos entre cinco y diez solicitudes por plaza, los procesos de selección son largos y hay una competencia muy dura entre candidatos brillantes procedentes de todo el planeta.
Además, requieren un importante esfuerzo económico. Hay que abandonar el país durante uno o dos años, que es lo duran los programas de posgrado o doctorado, y hacer frente a unas matrículas con un elevado coste. Por ejemplo, en el caso de los mejores MBA, suele estar entre 50.000 y 60.000 euros. Además, hay que añadir los gastos en viajes, en alojamiento, en manutención, etcétera. Es decir, algo al alcance de pocos en nuestro país.
Programas de ayudas
Pero en España existen numerosas instituciones que ofrecen ayudas al estudio para que los titulados universitarios de nuestro país puedan ampliar su formación en los mejores centros del extranjero. Aunque su número se ha visto reducido durante la actual crisis, el número de becas que se convocan cada año es aún importante.
El esfuerzo puede valer la pena. Estudiar en estos centros de renombre internacional supone un salto de calidad en el currículo, además de la experiencia que aporta vivir una aventura internacional durante uno o dos años y hacer contactos con jóvenes brillantes de todos los rincones del mundo. Algunos ejemplos de españoles que han triunfado después de pasar por este tipo de campus son el presidente de Telefónica, César Alierta, que hizo un MBA en la Universidad de Columbia, en Nueva York; Rafael del Pino, presidente de Ferrovial, cursó un MBA en el MIT; Ana Patricia Botín, consejera delegada de Santander Reino Unido, que también hizo un MBA, pero en Harvard; Ángel Corcóstegui, que fuera consejero delegado de Santander Central Hispano, hizo un doctorado en Finanzas en The Wharton School, la escuela de negocios de la Universidad de Pennsylvania; o Rodrigo Rato, exministro de Economía, que estudió un MBA en Berkeley, una de las escuelas de negocios de la Universidad de California.
Para que un mayor número de españoles puedan optar a llegar a estos centros de formación de elites se han puesto en marcha diversos programas destinados a financiar a los estudiantes de nuestro país. La Comisión de Intercambio Cultural entre Estados Unidos y España, conocida como Comisión Fulbright; la Junta de Andalucía a través del Programa Talentia; el Gobierno de China, la Obra Social La Caixa, el Banco Santander y distintas fundaciones como la Ramón Areces, Rafael del Pino, Iberdrola, Mutua Madrileña, ICO, Eduarda Justo o Pedro Barrié de la Maza ponen en marcha todos los años programas de becas que cubren los costes de las matrículas y una gran parte del resto de gastos que implica estudiar en el extranjero.
En estas fechas hay ocho convocatorias de ayudas abiertas para realizar estudios de posgrado en las universidades más prestigiosas del extranjero y a lo largo del año se convocan al menos otros cinco programas de ayudas.
Estas ayudas al estudio permiten cada año a más de 300 jóvenes titulados españoles codearse con la elite mundial de cada disciplina, estudiando en las universidades y centros de investigación del mundo y construyendo una red de contactos internacionales que les son de gran utilidad para su futuro profesional, según aseguran los beneficiarios.
Cómo cazar una beca
Pero conquistar una de estas becas no es sencillo. A veces hay hasta 50 solicitudes por plaza, por lo que el proceso de designación de los becarios suele ser muy competitivo. Hay que superar entrevistas personales, realizar un ensayo sobre el proyecto de estudios, conseguir la admisión en un centro de prestigio, dominar un segundo idioma y tener un buen expediente académico.
La mayoría de estas ayudas requieren de una petición de ingreso previa en alguna universidad extranjera, como es el caso de las fundaciones Ramón Areces, Barrié de la Maza o Rafael del Pino. No es así en La Caixa y en Fulbright, en las que la admisión puede ser tramitada con posterioridad a la solicitud de la beca.
Lo normal es que los candidatos soliciten las becas al tiempo que van gestionando la admisión en la universidad. Para recibir una de estas ayudas es importante contar con un buen expediente académico, pero no sólo. Cada vez se valoran más otros aspectos en los aspirantes, que tienen que pasar una o varias entrevistas con el comité de selección, en las que explica sus motivos para estudiar en el exterior. También debe explicar su proyecto de estudios y sus planes de futuro en una carta de presentación.
Las ayudas suelen cubrir total o parcialmente la matrícula en el programa de posgrado, alguna cantidad para gastos de viajes y una asignación mensual de al menos 1.500 euros. Una cantidad suficiente según la experiencia de los exbecarios.