Así, en un comunicado, Jurado ha explicado que las reválidas se utilizaron en el pasado para «restringir el acceso a plazas», mientras que la evaluación final de Bachillerato de la LOMCE «no tiene ese objetivo porque todos los alumnos podrán obtener una nota de un 5 si superan el nivel mínimo requerido, lo que les dará el derecho a obtener el título oficial de Bachiller y acceso a la universidad».
También ha advertido de que este curso las evaluaciones de ESO y Bachillerato no tienen efectos académicos y ha asegurado que los nuevos criterios de acceso a la Universidad, que todavía el Gobierno no ha aprobado, «serán muy parecidos a los de la antigua PAU, pues han sido elaborados y consensuados con la CRUE». «En noviembre habrá ejemplos de exámenes para preparar con tiempo suficiente las pruebas de junio 2017», ha concluido.