Según expone el sindicato en un comunicado con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, las mujeres solo representan el 21% del profesional catedrático en la universidad y existe también una brecha de género en la proporción de vicerrectoras, que representan el 39% del total, y de decanas y directoras de centros universitarios, donde suponen el 27%.
«Se da la circunstancia de que en la práctica las mujeres madres detienen su carrera académica en el periodo de edad comprendido entre los 30 y 40 años, una etapa de su vida en la que se dedican al cuidado de sus hijos e hijas, a la docencia y a la gestión en la universidad», argumentan desde CSIF.
El sindicato entiende que «esta situación las penaliza en relación a sus compañeros varones que, por el contrario, llevan a cabo estancias largas de investigación en el exterior, un elemento que tiene más peso que la gestión o la docencia a la hora de evaluar el currículum y que por tanto supone un obstáculo en la carrera profesional de las mujeres y su acceso a las diferentes figuras universitarias».
Por ello, CSIF propone que, «como hacen otros sistemas de evaluación en Europa y aplican distintas universidades de nuestro entorno», la ANECA valore «la cualificación de la maternidad y su cuantificación en los procesos de evaluación del profesorado universitario» con el objetivo de reducir la brecha de género.