Los dos motores de la econoomía europea necesitan relanzar su crecimiento. En su última entrevista, el viernes, ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, y el ministro de Finanzas y Cuentas Públicas de Francia, Michel Sapin, reiteraron su preocupación ante el bajo crecimiento previsto en la zona euro en 2015. Por ello, coincidieron en la importancia del plan de inversión del nuevo presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.El que quiere ser un »plan Marshall» de 300.000 millones de euros (100.000 millones al año) para relanzar la economía europea con inversión, será presentado el miércoles ante el Parlamento Europeo. Es un proyecto que todavía despierta muchas dudas.
La idea en la que se basa el plan Juncker es en la creación de un nuevo fondo europeo con 20.000 millones de euros y atraer inversión privada. Se aportaría así, a los inversores privados un aval sobre las primeras pérdidas de los proyectos financiados. Sin embargo, el plan Juncker ha generado dudas. El ministro francés de Finanzas, Emmanuel Macron, ha dicho que los 20.000 millones podrían ser insuficientes para movilizar 300.000. Para Macron, se necesitarían entre 60.000 y 80.000 millones de capital.
Pero aumentar el fondo significaría generar deuda. Una línea roja por la que Alemania no quiere pasar. Además del plan Juncker, Francia y Alemania discutirán en su cumbre bilateral del 2 de diciembre, las recomendaciones realizadas por encargo por los economístas Jean Pisani-Ferry y Henrik Enderlein.
Las recomendaciones de los economístas y el plan de Macron
Un estudio «secreto» hasta el jueves, al que ha tenido acceso el semanario alemán “Der Spiegel”.
Para el lado francés, los expertos creen que se debería establecer una congelación salarial para los próximos tres años, y flexibilizar tanto el mercado del trabajo como las “35 horas”. El informe, encargado por el ministro de Economía francés, Emmanuel Macron, y su homólogo alemán, Sigmar Gabriel, recomendaría a Alemania duplicar la inversión pública hasta los 20.000 millones de aquí a 2018 aunque signifique deteriorar el déficit. Ese sería el principal esfuerzo que deberían realizar desde Berlín aunque también, según los economistas, Berlín debería sopesar una reforma migratoria y facilitar la integración de las mujeres en el mundo laboral.
De momento, no hay más detalles, aunque la prensa francesa estima que se trata también de dar una “salida” al problema presupuestario de Francia. El país ha pedido dos años más para cumplir con los objetivos de déficit y tanto Bruselas como Berlín creen que es hora de hacer reformas de mayor calado. Fuentes comunitarias aseguran que Bruselas esperará a conocer el proyecto de ley de Macron, para relanzar el crecimiento, que debería ver la luz a mediados de diciembre. Se trataría de un paquete de 107 medidas destinadas a liberalizar profesiones, facilitar el trabajo los domingos y eliminar burocracia.