La crisis económica y la caída en la renta ha modificado sustancialmente el «carro de la compra» de los españoles, ya que el 61% se ha visto obligado a modificar sus pautas para racionalizar o reducir el consumo y el gasto en alimentos. Desde 2007, la renta disponible ha caído un 12% y solo el año pasado la bajada fue del 4,5%. Este hecho ha modificado sustancialmente sus hábitos respecto a su consumo alimentario. Uno de cada tres reconocen que ahora “buscan más ofertas”, el 23% que “aprovecha” más la comida y el 9% afirma que directamente “ha reducido” el gasto en alimentación.
Según un estudio de la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios(Ceaccu), realizado mediante encuesta a 750 familias, revela que uno de cada tres consultados reconoce que ahora «busca más ofertas», el 23 % «aprovecha» más la comida y el 9 % afirma que «ha reducido» el gasto en alimentación. Además, un 18 % de los consumidores asegura que ha «notado que los alimentos son más caros».
En cuanto al formato de las compras, éstas también se han vuelto más racionales: prima el mercado de abastos o supermercado pequeño (68%), frente a la gran superficie (8%). También ahora los españoles compran más al peso o corte (73% en el caso de carne, pescado y fiambre, y 82 % en fruta) y en menor medida en «bandejas».
Estos nuevos hábitos de compra explican que el 71 % de los consumidores asegura que hace la compra justa y no tira comida. Un dato más que preocupante: uno de cada tres consumidores dice usar “si no han pasado muchos días” los alimentos que han sobrepasado la fecha de caducidad, cuando deberían desecharse porque al caducar (distinto de “consumo preferente”) han dejado de ser seguros.
La encuesta revela también que «con frecuencia» un 42% ha tenido que tirar producto porque se ha estropeado antes de la fecha razonable de consumo, el mismo porcentaje que asegura no haber podido aprovechar todo la cantidad a causa del diseño del envase.