El proyecto de unión bancaria en Europa para que exista una autoridad supervisora común y, además, sea la banca la que se rescate a sí misma, y no los contribuyentes, es visto con buenos ojos por los expertos, que a priori no detectan ninguna desventaja, más allá de que los estados perderán soberanía.
Gonzalo Gómez Bengoechea, profesor de la escuela ICADE, opina que contar con una autoridad supervisora europea de la banca corrige “un punto débil” en la eurozona, ya que ahora el Banco Central Europea no tiene la capacidad de supervisión, pero es el órgano que financia y emite la moneda. Para el economista, poner en la misma línea la financiación y la supervisión del sistema financiero en Europa reduciría el riesgo de contagio ante hipotéticas crisis futuras en la banca. “Lo que se pretende es una mayor unión y armonización financiera y de esa forma se da más estabilidad a la eurozona”.
Otro punto fuerte de esta unión es la existencia de un fondo de garantía de depósitos común: “Ahora cada país tiene su regulación. En España el límite está en los 100.000 euros, pero en Alemania la garantía es ilimitada. Con este fondo común, las reglas se hacen homogéneas”. También, Gómez Bengoechea ve este fondo como un incentivo al ahorro.
Para José García Montalvo, catedrático de Economía de la Universidad Pompeu Fabra, “lo interesante” de esta unión es precisamente ese fondo de garantía de depósitos, porque entiende que previene la salida de capitales, como está pasando ahora en Grecia. En cuanto a la autoridad supervisora, se pregunta si un organismo supranacional puede establecer criterios más objetivos de intervención. Hoy son los bancos centrales de cada país _en España el Banco de España- los que tienen la competencia de control y supervisión de las operaciones.
Esta unión bancaria se presenta, además, para que los accionistas y los acreedores sean los que paguen la quiebra de un banco. Para García Montalvo, esto no es una novedad en el caso de entidades que no son cajas y que se les deja caer, es decir, que quiebran. “Otra cosa es que los países no quieran aplicarlo. Pero en Estados Unidos, cada año caen decenas de entidades. Lo que se no se entiende es por qué el contribuyente tiene que pagar”.
La unión bancaria podría ser un primer paso hacia una Europa federal
Ambos economistas sostienen que este proyecto será recibido positivamente en EEUU, donde se demanda una mayor integración financiera en la eurozona porque los problemas del euro les acaban salpicando.
Y si Europa camina hacia una unión bancaria y fiscal, ¿se están sentando las bases de unos estados unidos de Europa o una federal? Gómez-Bengoechea asegura que eso dependerá de la voluntad política, de lo que renuncie cada estado en favor de una autoridad común. En todo caso, esta unión bancaria parece un proyecto a medio plazo, ya que su puesta en marcha supondría modificar tratados comunitarios y eso requiere tiempo, un año como mínimo.
Tampoco está claro el papel que tendría el Banco de España si delega su función reguladora: “Depende del grado de implicación de los países. A lo mejor se les atribuye a los bancos centrales de los países una supervisión diaria. El mayor o menor grado de intervención de esta autoridad depende de la voluntad política. Ahora hablamos de hipótesis”, concluye.