Quedan 21 días para llegar a un acuerdo. Sacyr ha asegurado que el diálogo con el Canal de Panamá sigue abierto para llegar a un consenso que permita continuar con las obras de ampliación.
El miércoles el consorcio de empresas que lidera Sacyr anuncio que pararía el trabajo si no se les concedían 1.600 millones de dólares ‘extra’ para suplir los gastos imprevistos de las obras.
Cuando Sacyr se llevó el concurso público para construir el tercer juego de esclusas del Canal, el coste se fijó en 3.120 millones de dólares. En declaraciones a la Cadena Ser, Pedro Alonso, portavoz de Sacyr, ha defendido que los sobrecostes son habituales en este tipo de presupuestos. “Todo lo que se ha hecho es porque es necesario”, ha asegurado Alonso. En la Cadena Cope, Alonso también ha explicado que “una obra no puede continuar si el cliente no aporta nuevos fondos (…)” y ha habido numerosas circunstancias imprevistas, “geológicas, laborales, fiscales”.
La obra ya está avanzada en casi un 70%, pero en el último año se han producido numerosos retrasos. Según Expansión, debido a un rechazo por parte de los técnicos del canal a la mezcla de cemento que debe utilizarse en la instalación del tercer juego de esclusas del Canal.
Esta no es la primera vez que la constructora presenta una reclamación a los responsables de la ampliación del Canal. En 2012 ya reclamó 573 millones. Según medios panameños, las autoridades no quieren negociar ajustes de coste fuera de contrato porque pueden perder la garantía de fianza de cumplimiento de 600 millones acordado con varias aseguradoras.
Si finalmente no hay acuerdo, el Canal deberá buscar otro contratista y esto retrasaría de nuevo los plazos. Panamá quería que las obras estuvieran terminadas en 2014 para coincidir con el centenario de la inauguración del Canal.
En un comunicado enviado a la CNMV antes de que comenzara la sesión bursátil, la constructora ha asegurado que “mantiene abierta la interlocución para alcanzar un acuerdo satisfactorio que ponga fin al actual desequilibrio contractual”.
El consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC), formado también por la italiana Impregilo, la belga Jan de Nul y la panameña Cusa, asegura haber presentado «fundadas reclamaciones en relación con los sobrecostes del proyecto derivados de circunstancias sobrevenidas e imprevisibles ante las diversas autoridades competentes», añade.
En el otro lado, la ACP, ha rechazado lo que califica como “presiones” para negociar “fuera de contrato” el sobrecoste de la obra.
«No importa qué tipo de presión se haga contra la ACP, nosotros mantenemos nuestra exigencia de que Grupo Unidos por el Canal respete el contrato que ellos mismos aceptaron y firmaron», ha indicado un comunicado de la autoridad panameña que cita declaraciones de su administrador, Jorge Quijano.
De momento, las “presiones” ya le están costando dinero a Sacyr en bolsa. En la apertura del jueves, sus acciones llegaron a perder un 18%. Al cierre, las pérdidas han sido del 8,95%. Según el analista de X-Trade Brokers, Jorge López, el ‘encontronazo’ por la ampliación del Canal de Panamá, “repercute de manera negativa en el valor del grupo español en Bolsa”. En esta línea, el analista ha detallado que hay que estar pendientes sobre el devenir de las obras, si bien ha descartado la posibilidad de que esta situación de paralización de las mismas se prolongue en el tiempo.