2015 es un año con importantes convocatorias electorales y no sólo en España. Italia, podría añadirse a la lista si se cumple la predicción del área de investigación de la revista The Economist (Intelligence Unit, en inglés). En su última análisis sobre el futuro de la eurozona (“Where next for the euro zone?”), prevé la convocatoria de elecciones anticipadas en los “próximos 12-18 meses”.
Incansable, Silvio Berlusconi vuelve al primer plano y podría desbaratar “los planes para introducir las reformas políticas e institucionales más significativas de los últimos 25 años”, asegura The Economist. Unas reformas que nacieron del pacto, hace poco más de un año, del pacto entre el Primer Ministro, Matteo Renzi (líder del Partido Democrático) y la formación de Berlusconi, Forza Italia (FI). Es el conocido como “Pacto Nazareno” que facilitaba a Renzi el respaldo parlamentario a toda su batería de reformas.
Entre esas reformas se encuentra la electoral, en el corazón de la disputa entre Berlusconi y Renzi. La reforma del Senado requiere un cambio constitucional y Renzi ya no cuenta con FI.
Berlusconi ha criticado «como se está desarrollando la nueva ley electoral, con una sola cámara elegida por el pueblo, con el tercer presidente del Consejo no electo por los italianos». Según el líder de Forza Italia, «existe el riesgo de que se estén dejando de lado las condiciones indispensables para una verdadera democracia y de que pueda comenzar una deriva autoritaria».
Según The Economist, en realidad, las críticas de Berlusconi habría que leerlas en clave interna y de cara a su propia formación. Su apoyo a las reformas de Renzi, le han costado más de un desencuentro y críticas entre las filas de Forza Italia.
La escenificación de la ruptura y las tensiones en el seno de FT, se representó con la elección de Sergio Mattarella como presidente de la República. Así, a pesar de que se pidió a los parlamentarios que votase en blanco, hubo una treintena de votos a favor de Mattarella entre las filas del partido del «Cavaliere«.
“No parece que Forza Italia vaya a moderar su posición”, anticipan en The Economist. Y los datos económicos tampoco ayudan.
El Producto Interior Bruto de Italia, la tercera mayor economía de la Eurozona, se contrajo un 0,4% en el conjunto de 2014. Aumentan las exportaciones pero la demanda interna sigue en negativo. Italia coquetea con la recesión y son los factores externos los que podrían darle buenas noticias.
Los analistas esperan que la recuperación económica se concrete en 2015, después de tres años de recesión, gracias al efecto favorable combinado de la caída del euro y el petróleo y la política monetaria expansiva del Banco Central Europeo (BCE).