Todos los sectores económicos contribuyeron a este expansión de la actividad. En concreto, los servicios experimentaron un alza del 0,7%, por delante del 0,5% de la producción, mientras la construcción creció un 0,8% y la agricultura un 0,3%.
De este modo, el Producto Interior Bruto (PIB) de Reino Unido registró en el tercer trimestre del año un crecimiento interanual del 3%, dos décimas por debajo del dato del trimestre anterior.
Tras la publicación del dato de PIB, el ministro de Finanzas y responsable del Tesoro británico, George Osborne, destacó que «Reino Unido lidera el grupo en una economía global cada vez más incierta».
Así, el ministro apuntó que el país se enfrenta a la disyuntiva de elegir entre «volver al caos económico pasado o trabajar en un plan que está creando un futuro brillante».