La morosidad empresarial reflejó una tendencia a la baja en el segundo trimestre de 2017 y se situó en los 92,5 puntos, con lo que registra su nivel más bajo desde el mismo periodo de 2015 (91,9 puntos).
Según el Boletín de Morosidad y Financiación Empresarial elaborado por la Confederación Española de la Pequeña y la Mediana Empresa (Cepyme), el periodo medio de pago se situó entre abril y junio en 80 días, uno de los niveles más bajos desde 2010, mientras que la deuda comercial en retraso se incrementó “muy levemente”.
Según explicó Cepyme, esta reducción del periodo medio de pago contribuye al descenso del coste financiero imputable a la morosidad, que se sitúa en 930 millones de euros, un 11% inferior al trimestre anterior.
Aunque el periodo medio de pago se reduce independientemente del tamaño de la empresa, fueron las microempresas las que más acortaron su plazo de pago, con una reducción de más de siete días con respecto al primer trimestre.
Por sectores, la distribución alimenticia se mantuvo como la rama de actividad con mejor comportamiento en cuanto al cobro de facturas, mientras que los sectores textil y construcción y promoción acumularon retrasos superiores a los 30 días por encima del plazo legal.
En cuanto a las comunidades autónomas, Castilla y León y Cataluña albergaron a las empresas con mejor comportamiento de pago, si bien fueron las compañías navarras y cántabras las que más redujeron su plazo de pago el segundo trimestre.
Con respecto a la evolución de la morosidad en el ámbito de las administraciones públicas, la Administración Central perdió su posición como ente público con menores retrasos tras el repunte significativo de su plazo medio de pago hasta los 72,7 días, pero continuaron siendo las Corporaciones Locales las que presentaron un peor comportamiento, triplicando el periodo máximo legal permitido de 30 días.
En la evolución de la financiación empresarial, aunque el ritmo de caída se moderó, el ‘stock’ de crédito bancario a empresas continuó su retroceso en el segundo trimestre de 2017.
La concesión de créditos para nuevas operaciones creció más de un 10% interanual en junio en el caso de los préstamos a pymes, y un 3,7% en el de las grandes empresas.
Por último, este número del boletín de Cepyme recoge un análisis de la evolución reciente del crédito comercial entre empresas, que alcanzó el 31% del PIB en 2016, y representaba el 15% del total de su financiación.
El peso de este tipo de financiación se redujo de forma significativa durante la crisis y en la actualidad, pese a una cierta reactivación, el peso del crédito comercial concedido sobre el PIB o sobre el conjunto de financiación de las empresas no financieras se mantiene en niveles significativamente más reducidos que los observados al inicio de la crisis.