La intervención de Mario Draghi tras la reunión mensual del Banco Central Europeo (BCE) ha caído como un jarro de agua fría sobre los mercados. La falta de concreción sobre el importe de las compras de cédulas y de titulizaciones que la institución realizará durante los dos próximos años y la falta de referencias a un posible quantitative easing (compra de deuda pública) han provocado una oleada de ventas en los mercados de bonos y de acciones.
En España, el Ibex se ha despeñado un 3,12% al cierre de sesión. Todos los valores del han cerrado en »rojo». El Ibex retrocede hasta los 10.418 puntos, en niveles de agosto. Es la mayor caída desde el pasado 24 de enero.
Es la segunda plaza que más ha sufrido. Milán ha perdido un 3,5%, París ha caído un 2,5%, Londres un 1,4% y Francfort un 1,1%. La prima de riesgo española repuntaba ligeramente hasta los 121 puntos básicos.
«El presidente del BCE no ha cuantificado el importe del programa de compras de ABS y se ha limitado a lanzar un mensaje de unanimidad en la postura de tomar más medidas no convencionales si fuese necesario, careciendo este mensaje de novedad alguna», explican desde IG.
Esa decepción también explica la estabilidad del euro que en los últimos días bajaba frente al dólar. Mantenía posiciones respecto al dólar y la moneda única se intercambiaba al cierre de sesión por 1,2642 unidades.