Desde que la crisis de la deuda repuntó en Europa el pasado otoño, los socios europeos han tenido claro que debían buscar capital fuera de los límites de la UE.
China ha tenido desde entonces un gran protagonismo. Ya en la Cumbre del G-20 de Cannes, la UE dejó claro que contaban con sus yuanes, y desde entonces, no han dejado de buscarlos.
El ministro de Economía, Luis de Guindos viaja esta semana a Pekín y a Singapur, para precisamente, reunirse con inversores y miembros del Gobierno chino.
En concreto, el jueves se miércoles se reunirá en Pekín con diversos inversores y celebrará después un encuentro con empresarios españoles presentes en el país asiático.
El jueves, también en Pekín, el titular de la cartera de Economía y Competitividad se entrevistará con el ministro de Comercio chino, Chen Deming.
El viernes se trasladará a Singapur, donde también se reunirá con inversores y donde tiene prevista una reunión con el viceprimer ministro y ministro de Finanzas Tharman Shanmugaratnam.
Guindos no es el primer ministro de Economía que viaja a China. En los últimos meses se han sucedido las visitas de la Canciller alemana, Angela Merkel ó el ministro de Economía británico, George Osborne. Y hace un mes, se celebró la Cumbre Europa-China, tras la cual, Pekín invirtió dinero en deuda española.
Desde su nombramiento, el ministro no ha parado de viajar. A menudo a Bruselas, pero también a Londres y Estado Unidos.
En este nuevo viaje, De Guindos, presentará a los inversores asiáticos la ley de estabilidad presupuestaria, la reforma financiera y la del mercado de trabajo, como hizo en Londres, aunque también podrá presentar otras iniciativas como el mecanismo diseñado para que las administraciones públicas hagan frente a las deudas con proveedores.